Un hombre que en su tiempo representó la esperanza del pueblo norteamericano que andaba entonces en busca de un mundo mejor.

John Kennedy, independientemente de que como hombre público y estadista cometió errores y también aciertos- con Cuba fue injusto en extremo- sin embargo no es posible olvidar el espíritu de idealismo que inyectó entonces en millones de sus compatriotas, especialmente entre los jóvenes, que creyeron ver en él al arquitecto de una «Nueva Frontera» que se proponía conquistar los grandes retos que enfrentaba la humanidad en aquellos años convulsos de la década de los sesenta, escenario de la Guerra Fría entre Estados unidos y la desaparecida Unión Soviética.

Sin embargo, algo nos ha llamado poderosamente la atención- y no todo es por casualidad- que en la prensa norteamericana apenas se haya consignado en unas pocas líneas este cuarenta y cuatro aniversario de la muerte del Presidente Kennedy.

Para nosotros, en este Día de Acción de Gracias, fiesta para todos los estadounidenses, preferimos hacer un alto en el camino para depositar sobre la tumba del mártir de Dallas, una blanca rosa martiana, símbolo de paz y del respeto que merece un hombre que como John F. Kennedy, se ha ganado un puesto en la historia de su país y del mundo aunque hoy su nombre y su muerte hayan sido olvidados por la gran prensa de Estados Unidos.

Descanse en paz John F. Kennedy en este Día de Acción de Gracias.