Yo creo que la pintura es la esencia de la vida, es poesía, es un camino en el cual vamos encontrando nuevas y bellas cosas y nos damos cuenta que falta mucho por recorrer, por aprender; la pintura me ha dado la facilidad de emprender en varios proyectos y de seguir buscando motivos y temas. En esa búsqueda he encontrado puertas muy grandes, por las cuales puedo entrar al amor, a la sonrisa a la verdad y también a la paz, a la guerra, a las emociones, al trabajo y a la virtud. Es decir son puertas que nos abren a la esencia de la vida.”

Así define Eugenio León su profesión de pintor, a la que está dedicado desde hace más de veinte años, cuando se inicio, con otros soñadores, en el parque de El Ejido, “con el propósito de sacar el arte a la calle”

Eugenio estudió en la Facultad de Artes de la Universidad Central y se especializó en cerámica y escultura, “posteriormente me fue ganando la pintura, yo aspiraba a realizar escultura monumental, para eso necesitaba un gran espacio y una gran inversión, como en ese tiempo era difícil lograrlo, decidí dedicarme a la pintura, igual me sigue gustando la escultura y creo que en algún momento intentaré trabajar en ella, que también es una bella forma de expresión artística”.

¿Usted encontró el camino abierto?

“El camino siempre está abierto, al caminarlo vamos encontrando cosas que las valoramos de acuerdo a la sensibilidad que se despierta, nos hacemos caminantes y vamos descubriendo quienes somos y eso nos permite ubicarnos sobre la tierra. Tiene validez el verso de Machado que dice: “caminante no hay camino, se hace camino al andar”; eso es lo que he hecho: ir descubriendo cosas y seguir construyendo mi camino en el arte, tomando como forma de comunicación la pintura, que es un camino muy noble y transparente, en donde todos podemos solazarnos”.

Eugenio cree que ha logrado plasmar sus ideales en el trabajo pictórico; pero para ello ha tenido que abandonar las utopías, “aunque algunas si se han hecho realidad dentro del contexto de buscar la vida y de incursionar siempre en la poesía. Esa es la ventaja que tenemos los artistas, eso es lo maravilloso, a pesar de que yo sigo siendo un aprendiz del arte, que nunca terminaré de aprender, aunque hay cosas que se van dando como fruto del trabajo, pero hay que seguir investigando, hay mucho por descubrir, el camino sigue adelante y hay que seguir transitándolo”.

¿Desde cuando está en el parque de El Ejido y por qué se quedó ahí?

Yo llegué al Ejido hace 22 años, con algunos pintores amigos: Byron Chamorro, Fernando López, Jorge Manosalvas, Galo Urbina, Jorge Montúfar, entre otros; nos pareció que era un espacio interesante y hermoso para poder comunicarnos, pues queríamos romper las barreras de las galerías de arte, en donde el cuadro tenía posibilidades de exhibirse pero no había la posibilidad del diálogo con la gente para poder conocer su opinión sobre las obras de arte, en el parque la comunicación con el público era directa y queríamos descubrir lo que el público pensaba de nuestras obras y también queríamos explicar cuales eran nuestros objetivos y nuestras posibilidades frente al arte. Esa comunicación directa con el público fue una experiencia muy importante que incentivó nuestra superación, pues sus críticas, nos empujaron para que no nos quedemos quietos, para que sigamos avanzando, eso nos ayudó a buscar otros caminos”.

Se ha criticado al “Arte en el Ejido” de ser comercial, ¿Que opinión tiene sobre ese tema?

“Hay opiniones en ese sentido pero es necesario señalar que “El Arte en el Ejido” quebró a las galerías y popularizó el arte, desde entonces surgió esa especie de bronca para con nosotros, pero puedo afirmar que de El Ejido han salido muchos artistas que han ganado premios y menciones en eventos como la Mariano Aguilera en Quito, que han participado en las bienales de Cuenca y han triunfado en otros eventos nacionales en Guayaquil y otras ciudades. Es posible que haya el problema comercial, pero es natural, la obra de arte se la hace entre otras cosas para ser comercializada, pero yo no creo que los pintores del Ejido trabajamos solamente con ese fin, pues muchos de nosotros tratamos de seguir perfeccionándonos, de no quedarnos conformes con lo que hacemos. Además hemos trabajado por la cultura de Quito y del Ecuador, aprovechando este espacio que es una gran galería abierta, que no cuesta y en donde recibimos muchos visitantes cada semana, con los cuales nos comunicamos directamente y, lo más importante: hemos logrado agrupar a los artistas en una Asociación que los motiva y lo ayuda a superarse”.

¿Cuales son las finalidades que tiene la Asociación de Pintores de El Ejido?

“Nos propusimos comunicarnos con el público, ampliar nuestro espacio para estar más cerca de la gente y para eso hemos realizado una serie de actividades: trabajamos con niños, hacemos talleres, conferencias sobre arte, presentamos exposiciones especiales, realizamos actos culturales con poetas, teatreros y grupos musicales, todo esto en forma transparente, pensando en que el arte es uno solo y que, en definitiva, es la voz del alma”.

¿Además de pintar usted tiene otra actividad?

“Soy profesor de enseñanza primaria, tengo l7 años en el magisterio en un colegio particular, eso me ha motivado mucho porque que dar clases a los niños es maravilloso y esa experiencia me ha servido para superarme como artista pintor”.