Jaime Nebot con su clásica prepotencia, la cual la heredó de León Febres Cordero, tanto en las entrevistas como en sus discursos señala que se opondrá a las diferentes reformas que la Asamblea Nacional Constituyente haga, una de ellas es la reforma tributaria.

Hay que preguntarle: ¿por qué no levantó el grito cuándo se asesinó a los hermanos Restrepo?, ¿cuál fue su actitud frente a los comerciantes informales en Guayaquil?, ¿o no se acuerda que los mandó a reprimir salvajemente con la policía metropolitana?

Con los maullidos de felino, la verdadera intención es seguir protegiendo a los grupos de poder, a los cuales a través de concesiones a la empresa privada, llámense corporaciones o fundaciones, lo único que ha hecho es permitir que con fondos del Estado se construyan obras de infraestructura, cuyos usufructos van a manos de empresarios.

¿Y los servicios?, por supuesto que Guayaquil es una hermosa ciudad, maquillada en el centro de su urbe, pero los suburbios solo reciben planillas para el pago de agua, aunque nunca la hayan obtenido, o si les llegó estuvo contaminada con heces fecales, como se denunció en años anteriores, ante lo cual, en el mejor de los casos, se dio un tierno maullido contra la concesionaria INTERAGUA.

Pues ahora llama a la movilización, y reniega que no le hayan permitido pasar a Montecristi, señala que se está violando el derecho de los ecuatorianos al libre tránsito, pero cuando él dispone que no pueden pasar en el puente que une a Guayaquil con las demás provincias, el cual fue construido con dinero de los ecuatorianos, ¿se está respetando el derecho al libre tránsito?

Cuando señala que en enero el pueblo se movilizará, y que los guayaquileños quieren autonomía, y conjuntamente con las Cámaras de Comercio, Junta Cívica y otros recogen firmas para no acatar la nueva Constitución, ¿eso no es generar la desestabilización caos y boicot?

No podemos dejarnos engañar una vez más de quienes en el pasado (PSC, PRIAN, PSP, ID, PRE, UDC, UNO) hicieron un festín a través de la Constitución, y con las diversas leyes aprobadas en el Congreso sólo beneficiaron a su grupo de empresarios; pues ahora las cosas son diferentes señor Nebot, sus maullidos de felino no detendrán la historia, la transformación y el cambio social.