Hay luto entre genuflexos voceros del infortunio, refugiados en oscuros rincones de Miami y en otros sitios del planeta donde confluyen mala idea y vocación de dañar, quienes apostaron por el caos en panfletos publicados en el diario El Nuevo Herald y otros libelos.

Volvieron a hacer el ridículo. Se frustraron sus vaticinios sobre abstención, mala intención, desunión, desacato a la cordura, traición a la conciencia de lo vivido y aprendido.

Las estadísticas muestran la transparencia de un proceso donde el escrutinio es público y las urnas no precisan de bayonetas militares para preservar la honestidad de votantes y funcionarios electorales, quienes actúan de frente a las pupilas de pioneros escolares.

El parte estadístico anunciado en la tarde de este lunes por María Esther Reus, presidenta de la Comisión Electoral Nacional (CEN), -al día siguiente de los comicios- habla por sí solo.

El 95,24 por ciento de boletas emitidas fueron válidas; el 91 por ciento de ellas se sufragaron por el voto unido de todos los candidatos; el 3,73 por ciento en blanco y 1,04 por ciento anuladas, datos que están siendo compatibilizados.

Hay mucho más: Solo el 36,78 por ciento de los diputados electos (224) ocupaban escaños en la Asamblea Nacional antes de los comicios del pasado día 20.

Se incorporan a la nueva legislatura 391 flamantes diputados, que representan el 63,68 de renovación del pleno. Cabe destacar que 285 (46, 42 por ciento) de esos representantes lo son, además, en sus respectivas circunscripciones de base, y por ende, mantienen un estrecho contacto cotidiano con el acontecer del barrio donde residen.

Dentro de la clasificación étnica tradicional, aparecen 118 diputados cubanos negros y 101 mestizos en el nuevo Parlamento.

La presencia femenina está en 265 mujeres electas (42,16 por ciento), mientras que en relación con el nivel de instrucción destacan 481 graduados universitarios (78,34 por ciento) y 127 graduados de enseñanza media superior (20,68 por ciento).

Por especialidades académicas: 84 son graduados en ingenierías diversas, y abundan los egresados de universidades pedagógicas, así como economistas, abogados, médicos, investigadores sociales, licenciados en ciencias militares, enfermería, cultura física, meteorología, historia y teología.

En cuanto a los sectores de la sociedad de donde proceden los diputados, se aprecia una amplia gama, ilustrativa de la representatividad popular: Operarios, técnicos, campesinos, estudiantes, militares, artistas, juristas, religiosos, doctores, funcionarios, dirigentes, tecnólogos...

Obviamente, la diversidad es un signo distintivo de este Parlamento, llamado a abordar asuntos trascendentales desde su propia integración, fijada para el próximo 24 de febrero. Ocasión en la que elegirá a los integrantes del Consejo de Estado y la presidencia de la Asamblea y de las comisiones parlamentarias permanentes de trabajo, por expresión democrática y transparente de sus miembros, de acuerdo con lo establecido en la Constitución.

Agencia Cubana de Noticias