El inicio del nuevo año les ha dado mucho trabajo a diversos sectores que se encargan de hacer predicciones de todo tipo, para ver como irá en el amor, los negocios, el trabajo, y la salud; para ello las personas entendidas en este tipo de augurios recurren a que les lean la mano, les echen las cartas, entre otras prácticas; otros más tecnificados acuden a las encuestas para ver que aceptación tiene tal o cual funcionario público, medio de comunicación, empresa, comercio, o político.

En toda esta gama de predicciones se escucho que una de las más destacadas adivinadoras señalaba que en el caso del Presidente de la República no podría continuar con su mandato, o que el Alcalde Jaime Nebot tendría dificultades pero las superará y que en el país se esperan días críticos.

Las encuestadoras por su parte de igual forma señalan que la popularidad del Presidente esta bajando, y que la conformidad con las acciones de la Asamblea Constituyente por parte de la población tiene igual suerte.

Los unos supersticiosamente los otros aplicando la estadística, pero todos ellos quieren poner un panorama de zozobra en país, esto debido a que los diferentes decretos y resoluciones que se están ejecutando tanto desde la Presidencia como de la Asamblea, afecta los intereses de reducidos grupos de poder económico, que en el pasado estuvieron acostumbrados a más de los derroches de navidad y fin de año, empezar el nuevo año con una serie de leyes que les permita recuperar lo gastado y acrecentar sus fortunas.

Lamentablemente, para estos sectores, recibieron una Ley Tributaria para que paguen impuestos lo que anteriormente no lo hacían como el caso de Álvaro Noboa, quien obteniendo sobre los 500 millones de dólares de ganancia únicamente aportaba al fisco con un irrisorio impuesto que no llegaba ni al 1% ($1´500.000), y que a sus trabajadores en las bananeras sólo les paga un salario miserable de 170 dólares.

Otros sectores empresariales también están molestos, por cuanto el Ejecutivo decretó el incremento salarial a 30 dólares cuando a lo mucho ellos quieren darle a los trabajadores solo $10.

Por ello se escucha, se lee y observa a diario en los medios de comunicación que don Álvaro Noboa, berrincha, grita, zapatea, y hasta se sale de las sesiones de la Asamblea, en una actitud malcriada, secundada por Maruri, Mae Montaño, Pablo Lucio Paredes, César Rhon, por cuanto las diversas resoluciones que se están tomando no son de su agrado.

De igual forma los sectores productivos, de don Blasco Peñarrera Sola, la Junta Cívica de Guayaquil, Cámaras de Comercio, Empresarios, están señalando que demandarán la Ley de Reforma Tributaria, y el alza de salario de los trabajadores y que no acatarán tal decisión, inclusive generando especulación, subida de precios de los productos de consumo masivo; a ello hay que sumarle la actitud, prepotente desestabilizadora de Jaime Nebot, quien también lloriquea, por las medidas tomadas, fomenta el regionalismo, el separatismo, llama a movilizaciones, cuando él en el Gobierno de Febres Cordero, reprimía brutalmente a quienes reclamaban alza de salarios y una vida mejor.