El acta demuestra una coordinación directa entre Washington y Lubiana sobre el futuro inmediato del Kosovo y sobre los pasos que se han de emprender para garantizar su independencia, con presencia europea y legitimación de las Naciones Unidas precisamente durante la presidencia eslovena. Es Daniel Fried, ayudante de Condoleeza Rice quien imparte estas instrucciones acerca del Kosovo a un alto diplomático esloveno, Mitja Drobnic, acompañado por el embajador Samuel Zbogar, recibido en el Departamento de Estado el pasado 24 de diciembre. Instrucciones detalladas: el cómo, el dónde y el cuándo de la independencia kosovar, su reconocimiento y la llegada de la misión internacional civil (ICO), “invitada” por el parlamento kosovar justo después de la declaración de independencia, según una agenda establecida y concordada de antemano con Washington.

La vice de Fried, Rosemary DiCarlo, llega incluso a revelar que en el parlamento kosovar han aconsejado que se declare la independencia un domingo, de modo que Rusia no tenga tiempo de convocar al Consejo de Seguridad. El acta es la prueba irrefutable de una preparación meticulosa, planificada a conciencia por los EE.UU y delegada después a Eslovenia y a los países europeos, dispuestos a reconocer rápidamente a Pristina ya a finales del año pasado. ¿ Que hay algunos países de la UE (quizá seis) que no están por la labor de reconocer ya mismo un Kosovo independiente? Ningún problema para Washington: basta con que sean 15 de los 27 y todo saldrá estupendamente. Fried aconseja al huesped de Lubiana que Eslovenia sea –en cuanto presidente de turno de la UE- el primer país europeo en reconocer a Pristina.

El escándalo coge por sorpresa al ministro de Asuntos Exteriores esloveno Dimitrij Rupel, que no controla el coladero de su ministerio y por el momento no ha comentado nada. El primer ministro Jansa no niega la autenticidad del documento pero niega que haya presiones estadounidenses a Eslovenia. Sin embargo, del ministerio de Asuntos Exteriores llega una nota de evidente embarazo y al embajador Zbogar lo convocan inmediatamente en su país.

Los deseos estadounidenses no se terminan en el Kosovo: hay también, en las instrucciones de uso de la UE, una fecha para la cumbre UE-EE.UU prevista para junio. Nada especialmente extraño, si no fuera porque la administración Bush espera que sus peticiones se cumplan durante la presidencia “amiga” de Lubiana: sale a la luz una lista de “países canalla” que la UE debería condenar con firmeza con motivo de la cumbre,; Irán, Siria, Filipinas, y los “clásicos” Cuba y Venezuela. En la declaración “sugerida” a la UE por los estadounidenses, deberá figurar asimismo una postura explícita a favor suyo en Irak y en la guerra contra el terrorismo.

Fuente: http://www.ilmanifesto.it/Quotidiano-archivio/30-Gennaio-2008/art43.html

Fuente: Il Manifesto.
Traducido por Gorka Larrabeiti.
Rebelión 01-02-2008.