Pitágoras, anhelando descubrir la racionalidad absoluta del mundo en los números, sufrió un desencanto. El sueño pitagórico se refugió en la relación de la geometría y la música, las maravillosas progresiones armónicas le trasladaron a conocer la racionalidad explícita musical. La música capta la sensibilidad del ser humano; parte, además, de un hecho universal: la creación social.

El jueves 24 de enero se realizó el concierto “Sinfonía por la vida”. La unión de varias orquestas como SINAMUNE (Sistema Nacional de Música para Niños Especiales), la Orquesta Sinfónica del Guasmo, la Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil (FOSJE) y la Sinfónica Infantil pre-juvenil (OSI), conjugaron los sonidos de los instrumentos, manifestando una nueva idea musical.

La inclusión de los sectores populares, tradicionalmente segregados mediante la música instrumental, es parte de la proposición de cambio a una nueva sociedad. El Gobierno nacional, los ministerios de Cultura, Educación, Inclusión Social y Económica, el INNFA, la FOSJE y otras organizaciones, están trabajando para hacer realidad la emancipación de las orquestas juveniles e infantiles.

Anaí, Ana Belén, Andrea e Isabel, pertenecen a la OSI. La felicidad y la concentración que demuestran al vincularse con la música, se refleja en la cadencia y armonía al interpretar las composiciones musicales; “la música es hermosa”, “el apoyo a la niñez difundiendo la música es vital”, “a los niños les hace felices”, son grandes palabras que conciben la integración de la niñez y la juventud mediante la música.

Es evidente que el arte es hijo de de su época, como señalaba Kandinski. La música como hecho universal y social, debe ser comprendida como un fenómeno histórico. La socialización del arte en general, no debe ser una industria cultural, ni menos dejar de lado la construcción simbólica. Como explica Juan Carlos Ruales, “debemos rescatar la esencia de la música y esta debe ser comprendida como la creación del colectivo, abandonando las tesis de puro mercantilismo y realce sociocultural, como lo concibe el capitalismo.”

La niñez y los jóvenes tenemos una tarea fundamental: la transformación, consiguiendo paso a paso la verdadera humanidad. Luchar y crear es nuestra misión en la vida.