Las recientes declaraciones del secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, quien acusó de incompetencia a las fuerzas no estadounidenses de la OTAN presentes en Afganistán, abren la campaña del Pentágono por la reforma de la alianza atlántica.
El señor Gates estima –y no le falta razón- que el entrenamiento de los soldados de las naciones de Europa Occidental está concebido en función de la lucha contra la antigua Unión Soviética, no para enfrentar una insurrección en Asia Central. Y concluye que dichos soldados deben someterse a un nuevo entrenamiento por parte de la OTAN para adaptarse a diferentes situaciones.

Luego de las declaraciones de Robert Gates, un informe «independiente» de cinco ex oficiales superiores de la OTAN fue dado a conocer por el German Marshall Fund de Estados Unidos con vistas a fundamentar la reflexión de los jefes de Estado de la OTAN, que se reunirán en Bucarest a principios de abril [Ver documento adjunto].
Bajo el pretexto de «luchar contra el terrorismo y contener les amenazas china e india» (sic), el informe aconseja la creación de un directorio militar mundial EE.UU.-OTAN-Unión Europea. El informe sugiere además que los Estados miembros de la Unión Europea renuncien a la posibilidad debatir en el Consejo Europeo los asuntos ya tratados en el Consejo de la alianza atlántica, de forma tal que las decisiones se tomen en el seno de la OTAN y simplemente se apliquen por la Unión Europea.

Dicho directorio asumiría de hecho las funciones y prerrogativas del Consejo de Seguridad de la ONU en detrimento de dos miembros permanentes del Consejo: Rusia y China.

Esta proposición demuestra la voluntad estadounidense de romper con el unilateralismo y con las coaliciones ad hoc para vincular permanentemente a sus aliados a sus propias acciones militares. También demuestra que Washington pretende inventar un multilateralismo selectivo fuera del actual derecho internacional. Mediante un viraje histórico de 180 grados, la Unión Europea, concebida para garantizar la paz en Europa, se convertiría así en instrumento del militarismo estadounidense.

El informe lleva las firmas de:
 Klaus Naumann, ex jefe del Comité Militar de la OTAN (Alemania)
 Peter Inge, ex jefe del Estado Mayor (Reino Unido)
 John Shalikashvili, ex jefe del Estado Major conjunto (Estados Unidos)
 Jacques Lanxade, ex jefe del Estado Mayor (Francia)
 Henk van den Breemen, ex jefe del Estado Mayor (Holanda)