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"No creo que el ensayo del sistema DAM fuese el objetivo principal a la hora de destruir el satélite pero sí podía suponer un beneficio secundario", declaró a RIA Novosti este analista que había trabajado en los servicios secretos durante tres décadas.

Un misil SM-3 lanzado en la noche del miércoles desde el crucero estadounidense "Lake Erie" impactó contra el satélite averiado que se estaba moviendo a 27.200 Km/h a una altura de aproximadamente 250 Km sobre la Tierra. Al día siguiente, el subjefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, general James Cartwright, calificó de exitosa esta operación aunque no pudo confirmar la destrucción del tanque de combustible que supuestamente tenía dentro una substancia muy tóxica, la hidracina. El riesgo de que este material cayera en la superficie terrestre era, según la versión oficial, el principal motivo para derribar el satélite con un misil.

A diferencia de Paul Pillar, quien prefiere comentar la noticia en términos bastante discretos, sus colegas de la empresa Stratfor, llamada a menudo como "la CIA en la sombra" son más categóricos en las declaraciones. Dicen que el satélite secreto L-21 Radarsat fue abatido porque el Pentágono quería ensayar las armas anti-satélite, no porque implicara un peligro para los terrícolas.

"La verdad que suele silenciarse es que la tecnología DAM... se diferencia poco de la tecnología anti-satélite", señalaba un reciente informe de Stratfor.

El documento más reciente, emitido el miércoles, deja constancia de que la destrucción del satélite L-21 "es el primer testimonio de que la tecnología DAM estadounidense de la nueva generación funciona tanto en las operaciones contra misiles como en las operaciones contra satélites".

Fuente
RIA Novosti (Rusia)