El espectacular compromiso de la Federación Rusa durante la 2ª Cumbre de Estados del Caspio hizo posible la institucionalización de las relaciones entre los 5 Estados miembros de ese foro (Azerbaiyán, Irán, Kazajstán, Rusia y Turkmenistán) y la creación de una conferencia de ministros de Relaciones Exteriores, así como la instauración de un sistema de seguridad colectiva y la organización de la cooperación económica.
Como indicio de la credibilidad de esta alianza, Irán firmó durante la cumbre una serie de contratos comerciales con sus invitados, y también lo hizo en días posteriores con sus otros vecinos (Bahrein, Omán, Uzbekistán y Pakistán). Para los Estados de la región ya resulta evidente que Estados Unidos no podrá llevar a cabo sus proyectos militares contra Irán y que ha llegado el momento de hacer negocios con Teherán.