Los ciberdelincuentes actuaban antes en forma independiente para probar su ego y su nivel de inteligencia. Mientras más daño hicieran, mayor capacidad y poder y, por lo tanto, mayor satisfacción personal. Desde hace algún tiempo hay grandes cambios. Ahora unen fuerzas y cuentan con más del 10% de todas las computadoras del mundo, capaces de reunir un fondo común del 85% del spam circulante. Un informe de Pandalabs, de España, aclara el caso.

La difusión de los mensajes basura es una de sus consecuencias. Más del 50 al 80% pertenece a este tipo de actividad. Para que se tenga una idea del problema, dice Luis Corrons, director de Pandalabs, basta saber que para almacenar los mensajes producidos en un solo día se necesitan aproximadamente 2.000 terabytes de espacio en discos duros.

La temática de tales materiales es muy variada, con un primer lugar para la actividad sexual, con términos muy próximos a la pornografía. El segundo y tercer lugar va para los productos farmacéuticos y la venta de artículos de todo tipo, incluyendo casas y bienes hipotecarios. También se le hace propaganda a lugares de recreación.

Aunque el 90% tiene como referencia a Estados Unidos, más del 50% de esta actividad se le achaca a Rusia, cuya mafia amenaza desbancar a la de Norteamérica. Los países que siguen son Estados Unidos, Turquía, Alemania e Inglaterra.

Los avances que se producen en los medios y las tecnologías están alcanzando un nivel de sofisticación difícil de calcular, por lo que puede decirse que los famosos hackers están un paso más adelante que sus perseguidores o que los creadores de trampas para impedir que hagan daño a las empresas, gobiernos y grandes consorcios, puesto que no parecen interesarse por el público común.

Otro fenómeno que llama la atención es la edad, puesto que la inmensa mayoría de los aprendices de brujos son adolescentes de brillante imaginación y capacidad sin límites para detectar fallas, errores de construcción o de software operativo. Su objetivo mayor es convertirse en héroes civiles o en genios intelectuales capaces de grandes proezas y habilidades, aunque apenas tengan para vivir. Contradictoriamente, algunos de estos expertos son después contratados con grandes salarios como consultores de empresas famosas.

No parece que esta tendencia vaya a disminuir. Todo lo contrario, está aumentando en este mismo momento, lo que obliga a los usuarios convencionales a pagar más a las casas consultoras para no perder el saber y los datos acumulados. La situación es tan compleja por el avance de la tecnología que ello se demuestra con la pérdida reciente de un DVD del Ministerio Británico de Defensa en el que se guardaban más de 660 000 direcciones personales.

¿Qué van a hacer los pobres de la tierra que apenas tienen recursos para defenderse del malware que amenaza al mundo? ¿Cómo trabajar tranquilo y confiado con tanta acechanza y engaños? (ANC-UTPBA).

(*) Nota publicada en el portal Cubarte (http://www.cubarte.cult.cu)