El papel del Partido Comunista

El papel del Partido Comunista de Cuba en el proceso electoral es uno de los grandes elementos de manipulación mediática. La agencia española EFE (1), por ejemplo, afirmaba recientemente que en las elecciones cubanas “no concurren partidos políticos, salvo el Comunista, al que pertenecen la mayoría de los candidatos.” Dos mentiras rotundas en una sola frase:

En primer lugar, el Partido Comunista no participa en las elecciones, porque la legislación electoral se lo prohíbe. La postulación de los candidatos se efectúa directamente por los propios ciudadanos y ciudadanas en asambleas públicas en todos los barrios del país.

En segundo lugar, más de la mitad de los parlamentarios de la Asamblea Nacional saliente no eran militantes del Partido Comunista de Cuba.

Esta información falsa de la agencia EFE fue, sin embargo, replicada por decenas de periódicos, radios y televisiones.

Lo que ocultan y censuran sobre la democracia cubana

Los medios mienten sobre el sistema electoral de Cuba, pero sobre todo silencian y censuran aspectos que son claves para la comprensión de su esencia y su funcionamiento.

Silencian, por ejemplo, el modelo de postulación de candidaturas: mientras en los sistemas homologados como “democráticos” las listas electorales son producto de acuerdos en las direcciones de partido, en Cuba las candidaturas salen de decenas de miles de asambleas públicas en todos los barrios del país.

Los medios ocultan las variadas formas de participación política en Cuba, inexistentes en otros países, que no se limitan a la elección de candidaturas desde la base. Recientemente, más de cinco millones de cubanos y cubanas, de un total de 11,3 millones de personas, participaron en 216.000 asambleas públicas, donde la población formuló 1.300.000 propuestas de reforma del modelo económico del país. Nada de esto, algo inédito en el mundo, fue relevante para los medios.

Los medios silencian también la posibilidad real que tienen los llamados “disidentes” cubanos de presentarse a las elecciones, siempre que sean elegidos por sus vecinos. El corresponsal de la BBC en La Habana, Fernando Ravsberg (2), reconocía recientemente que un “disidente”, Gerardo Sánchez, se presentó como candidato a delegado municipal y logró apenas el 5% de los votos de sus vecinos.

Los medios también ocultan la magnitud real del voto de protesta al sistema cubano promocionado desde Miami, en forma de abstención, voto en blanco o voto nulo. La propia Marta Beatriz Roque, opositora cercana a las posturas del gobierno Bush, reconocía a la BBC que solo el “10% de los votantes lo hizo en blanco o anulando la boleta". Este dato es, incluso, exagerado, porque la suma de votos blancos y nulos no superó el 5%. Sumados, eso sí, con la abstención, el voto de protesta a la Revolución alcanzaría en los últimos comicios un 10 % del total.

Decenas de corresponsales de medios extranjeros viajaron a la Isla con una única intención: eludir cualquier información sobre los mecanismos de participación masiva del pueblo cubano en sus elecciones y trasladar al público el carácter ilegítimo de los comicios. Para los medios, la única forma válida de democracia es el mecanismo electoral de los países de economía capitalista, donde la población, al contrario que en Cuba, es apartada de las decisiones que afectan realmente a su vida en favor de empresarios, políticos profesionales y gigantes de la información (ANC-UTPBA).

(*) Nota publicada en el portal de la UPEC (http://www.upec.cu/noticias/febrero08/15/04.html)
(1) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=62148
(2) http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_7199000/7199877.stm