El pueblo ecuatoriano se ha visto consternado en varias ocasiones por la muerte de personas inocentes, por culpa de la inexperiencia e incompetencia de algunos conductores, acompañadas del casi eterno mal estado de las carreteras de nuestro país, lo cual ha llegado a colocar a los accidentes de tránsito como una de las principales causas de muerte de los ecuatorianos.

Los ciudadanos, sobre todo usuarios del transporte público, han presionado para que las autoridades tomen cartas en el asunto. Es así que nace una propuesta según la cual los dueños de automóviles, buses, camiones, motocicletas deben adquirir un Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), el mismo que cubra exclusivamente los gastos médicos e indemnizaciones por muerte de las víctimas de accidentes de tránsito.

Tras los debates correspondientes, esta ley fue aprobada el 19 de diciembre del 2007 y puesta en vigencia el 2 de enero de este año, pero más allá de ser un triunfo para los afectados de la irresponsabilidad de los profesionales del volante, hay quienes se benefician sin necesidad de ser víctimas, principalmente las compañías encargadas de vender los seguros, que, según muestran las cifras, se vuelven las usufructuarias de un jugoso negocio, dado que la cantidad de automotores a nivel nacional es alta; y que, por la vigencia de la ley que endurece las penas para los infractores, el número de accidentes disminuirá notablemente, con lo cual lo que tengan que erogar las aseguradoras sería mínimo frente a los ingresos que por contratación del seguro percibirían.

Las cifras…

En el Ecuador hay aproximadamente 2 millones de vehículos (entre autos, motos, camiones, camionetas, etc.), que pagan un valor promedio de 50 dólares por el SOAT, lo cual significaría un total de 100 millones de dólares recaudados, sin contar que el valor de este seguro puede aumentar de acuerdo a la edad del automotor y del cilindraje que este tenga.

Según las estadísticas de la Dirección Nacional de Tránsito, en el 2007 hubo 13.257 accidentes entre todo tipo de vehículos, que dejaron 1.246 personas fallecidas en las vías y alrededor de 2.500 heridos.

Con el SOAT los gastos de indemnizaciones que se cubrirían en caso de accidentes serían: 5 mil dólares por muerte, que multiplicados por 1.246 fallecidos darían una cantidad de 6 millones 230.000 dólares. En el caso de los heridos se pagarían 2.500 dólares por herido, multiplicados por 2500 heridos sumarían 6millones 250.000 dólares. Entre ambos rubros suman 12 millones 480.000 dólares en indemnizaciones; restados de los 100 millones de dólares promedio que recibirían las aseguradoras, dejarían la cantidad de 87 millones 520.000 dólares de utilidades aproximadas, lo cual resulta, en este momento, un jugoso negocio, a pesar de que lo nieguen tanto los promotores del SOAT como las aseguradoras.

Frente a esta situación, varios sectores populares optaron por presentar a la Asamblea Constituyente una propuesta alternativa: el SEVAT (Seguro Ecuatoriano para Víctimas de Accidentes de Tránsito) el cual propone que el Estado sea quien se haga cargo de los seguros de tránsito, mediante la matriculación vehicular, y se asegure de cubrir las indemnizaciones a las víctimas, y que las utilidades que deje la prestación de este servicio se reinviertan en mejoras de infraestructura y equipamiento técnico y profesional.

Un seguro que cubra los dolorosos efectos de los accidentes de tránsito es absolutamente necesario, así como el establecimiento de sanciones en la ley para los conductores que infringen las normas, pero pensar que en la sanción y el cuidado a las víctimas está la respuesta es una postura limitada, que no ve lo estructural del problema. Tendremos conductores responsables y respetuosos de la ley, cuando las autoridades que se encargan de ejecutarla sean confiables ciento por ciento. Esto implica una redefinición de las formas en que han venido actuando los jueces y la Policía de Tránsito, y en eso esperamos las mejores respuestas de la Asamblea.

El SOAT no debe ser un negocio lucrativo para las asegurardoras

Prof. Jorge Escala

Asambleísta Nacional MPD

Creemos que los recursos del SOAT deben ser controlados, dirigidos y administrados por el Estado ecuatoriano, pues no puede estar al margen de las utilidades que se generan como resultado del seguro. En segundo lugar, las ganancias deben ser invertidas con el propósito de habilitar, implementar, reparar todos los hospitales y sus salas de emergencia, de tal manera que se pueda brindar la atención adecuada a las víctimas.

Por otro lado, las empresas privadas lógicamente van a pelear y hacer todos los esfuerzos para que el SOAT siga siendo un lucrativo negocio para las aseguradoras, nosotros no compartimos esa idea, pues no puede ser posible que estos recursos engorden las chequeras de los dueños de estas aseguradoras que forman parte de los grupos económicos de este país, eso se debe terminar .

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