En su última edición, No. 2016, del 28-2-2008 y bajo el titular Menú Blanco en sus páginas 76-77 y la firma responsable de Américo Zambrano, Caretas publica la siguiente nota:

“Una llamada telefónica cogió por sorpresa a los agentes de Dirección Antidrogas (Dirandro) del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, la tarde del domingo último. ¿Otro “burrier”?, se preguntaron casi entre bostezos. Pero era algo más grave.

Advertidos por la comunicación, los policías se dirigieron a las instalaciones de la empresa Gate Gourmet Perú, ubicada al lado de la rampa del primer terminal aéreo, en la avenida Faucett. La compañía en cuestión se dedica a la elaboración y venta de alimentos para los pasajeros y tripulantes de la mayoría de aerolíneas nacionales e internacionales. Pero lo que se descubrió aquella tarde no fue precisamente comida malograda.

Los peritos antidrogas decomisaron dos kilos de clorhidrato de cocaína acondicionados en uno del os carritos en los que se reparte la comida. El hallazgo, por lo demás, se produjo en los precisos instantes en que los alimentos (y la droga) estaban a punto de ser embarcados en un avión de la línea KLM que se disponía a partir –a las 5 pm.- con rumbo a Holanda.

El martes último, Gate Gourmet Perú envió un comunicado a Caretas en el que deslinda responsabilidades e informa que ha puesto a disposición de las autoridades “toda la información que se requiera para el esclarecimiento total de los hechos”. Y añade lo siguiente: “En nuestra condición de agraviados no escatimaremos esfuerzo alguno para que las investigaciones permitan identificar a los responsables del mismo”.

Gate Gourmet Perú es filial de la multinacional Gategroup (de capital suizo-americano) que opera en 25 países, produciendo a nivel mundial aproximadamente 500,000 comidas diarias para 270 líneas aéreas.

En el país se encuentra establecida desde hace 11 años. El año pasado abrió una nueva planta en el Jorge Chávez con una inversión estimada en US$ 2.5 millones. Además, incrementó sus ventas en 4% gracias al ingreso de Air Canadá y Air Plus. En febrero del 2007 la empresa Delta Airlines le otorgó el premio “Caterer of the Year 2007”. Fue, sin duda, un año redondo.

Pero, ¿cómo llegó la droga a sus instalaciones? Según pudo averiguar Caretas, la cocaína estaba acondicionada en una bandeja especial debajo del carrito en el que se guardan los alimentos. No era pues, según cree la Policía, un acondicionamiento fortuito o dejado al azar.

“Las medidas de seguridad para evitar el envío de drogas las toman las mismas compañías. Ellos son los responsables”, deslindó la gerente de Asuntos Corporativos de Lima Airport Partners (operadora del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez), Claudia Vivanco. Pero la discusión no parece ser tan sencilla. El año pasado se decomisaron cuatro toneladas de cocaína en el aeropuerto y la Policía sospecha que, cada año, salen unas 40 toneladas. Oficial antidrogas se quejan de que LAP es “poco flexible” para autorizar inspecciones mayores en la rampa del aeropuerto.

Por otro lado, Gate Gourmet registra antecedentes preocupantes. El 21 de marzo del 2002, un trabajador de dicha empresa encontró 10 kilos de cocaína en un carro de comida de un vuelo de American Airlines en el Aeropuerto de Miami. Se habla de reportes similares en Holanda.

En el Perú, informes de inteligencia de la Policía holandesa alertaron de “diversos envíos de cocaína empleando la modalidad de “cateríng” o abastecimiento de alimentos a naves acondicionados entre los dispositivos de abordaje de este tipo de servicio”. La investigación es compleja y para empezar, la Policía interrogará a todos los trabajadores de Gate Gourmet Perú.

El hallazgo ha generado ya la preocupación de numerosos pasajeros. Al enterarse de lo ocurrido con Gourmet, por ejemplo, un viajero bromeó: “Con razón sus sánguches eran duros”. Hasta aquí Caretas.

¿Bobamente simple como dice Vivanco?

Entre las operaciones principales a llevar en el Aeropuerto, según el contrato de concesión entre el Estado peruano y la empresita Lima Airport Partners, se dice en el Anexo 3, 1.1.2 Seguridad: Servicio cuyo objetivo principal es salvaguardar la seguridad, regularidad y eficiencia de la aviación civil contra actos ilícitos dirigidos contra el Aeropuerto, aeronaves, instalaciones en general, pasajeros y/o usuarios”. ¿Habrá leído Claudia Vivanco el contrato mil veces violado por su empleadora? Dudoso. No habría dicho la inocentada que consigna Caretas.

En el Cuadro de Responsabilidad de los servicios de Aeronavegación entre LAP y el Estado, figura lo siguiente: 10. Equipos e instalaciones: 10.1.2 Control de movimiento en Plataformas; 10.2 Comunicaciones Torre/SEI, Seguridad.

Para nadie es un secreto, y la Policía misma lo dice a todo aquel que quiera oírlo que el Aeropuerto es un predio o un Estado dentro de otro Estado. LAP gobierna, hace cuanto le viene en gana y no deja, interrumpe o interfiere cuando las autoridades del Estado supuestamente dueño, Perú, pretende cumplir con su trabajo. No son pocos los abusos en que ha incurrido LAP, por ejemplo, en febrero del 2005, la “mudanza” a patada limpia de los artesanos y su tienda y bajo las órdenes de una turba de hampones comandada ¡nada menos! que por su gerente general, Jaime Daly Arbulú, hecho que fue noticiado en los medios de comunicación entonces.

Por tanto, ¿qué esperan, de oficio, las autoridades judiciales, en ordenar la más severa investigación exhaustiva sobre los acontecimientos de que da cuenta el semanario Caretas?

¿Y la seguridad?

Este año 2008 la actividad en el bohío llamado Aeropuerto Jorge Chávez, cosmética pura y muy cara como consta a todos, será muy intensa. Bajarán y subirán aeronaves y no hay segunda pista, aunque mañosos arreglos a muy alto nivel ya determinaron que se pague a los dueños de los terrenos aledaños (a los grandazos, los posesionarios están casi en el aire) los precios comerciales (¡gran negociazo! ¿de quién o de quiénes ministra Verónica Zavala?) de esa transacción; y es obvio que el terminal resulta ya chico. E insuficiente. Aunque LAP se vista de seda, LAP se queda. ¿Qué seguridad se brindará a la integridad física y logística de todos los visitantes?

Hay campañas periodísticas cuyo objetivo es timar al lector y a las autoridades convenientemente miopes o tuertas cuando se trata de blanquear coimas y billetes abultados que engrosan sus haberes mensuales o de cualquier momento. Entonces se noticia que la segunda pista del Aeropuerto es necesaria pero las cortapisas son abundantes. ¿Habrá leído la funcionaria de LAP, Vivanco: ¡Estafa al Perú! ¡Cómo robarse aeropuertos y vivir sin problemas!? http://www.voltairenet.org/article148321.html No le haría mal y de repente un insólito ataque de dignidad le hace ver con quién y para qué está trabajando.

¿Y la prensa?

Un ex canciller me dijo, semanas atrás, luego de haber leído el manual ¡Estafa!, que, en efecto, las incomodidades en el Jorge Chávez eran bastante oprobiosas. “Ni siquiera podemos manejar el protocolo. ¿Cómo harán con todas las citas del 2008?”.

No hay mejor manera de contribuir al destape de las múltiples irregularidades habidas en el contrato de concesión del Jorge Chávez, tema en los cuales la contribución generosa y abundante de Pedro Pablo Kuczynski, Javier Silva Ruete, Alberto Pandolfi y muchos otros, está disimulada por sus operadores en los miedos de comunicación, que procurando la investigación meticulosa de lo ocurrido en Gate Gourmet días atrás y que se refieren a un alijo de cocaína y la responsabilidad, en primera línea, de LAP.

El Jorge Chávez tal como está pareciera ser una coladera sin seguridad alguna. Si se decomisaron oficialmente 4 toneladas de la droga durante el 2007 y la Policía estima que en realidad fueron ¡40! las que salieron, entonces hay una proporcionalidad del 10%. ¿A quién o a qué bolsillos enriquecieron las 36 otras toneladas que no fueron reportadas? ¿Qué puede decir LAP, encargada exclusiva de la seguridad sobre este asunto? ¿hay alguna relación entre la nula inversión de LAP en el Jorge Chávez (vive exclusivamente de lo que le da el Estado y produce el Aeropuerto) y estos montos millonarios cuya contabilidad nadie conoce? Preguntas simples que deben responderse ante investigaciones sumamente prolijas que la prensa debe cautelar en su más mínimo detalle.

¿Entenderá Vivanco que no puede caminar por las rutas que sus predecesoras hicieron, coimeando, sobornando, pagando mensualmente a mermeleros para que sacaran supuestos logros o victorias de LAP en la prensa adocenada? O ¿no le “quedó” otra opción que aquella, vergonzosa y miserable?.

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

¡Sólo el talento salvará al Perú!

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