El general uzbeco Abdul Rashid Dostum, jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas afganas, y 70 de sus hombres de confianza secuestraron al líder turkmeno Akbar Bai junto con su hijo. Dostum mantuvo a Akbar y a su hijo secuestrados en Kabul, en su propia residencia del enclave diplomático de Wazir Akbar Khan, donde los sometió a horribles torturas.
En definitiva, la policía logró liberar a los dos hombres y a otros dos rehenes. Dostum fue revocado y se emitió una orden de captura en su contra. Pero logró huir a Shibirghan, donde se encuentra su ejército privado.
El fiscal general afgano Abdul Jabar Sabat ha declarado que hay que acabar con la cultura de la impunidad pero una condena contra Dostum, a quien se conoce también por los sobrenombres de «Gengis Kan» y «el nuevo Tamerlán», parece poco probable ya que la coalición ocupante lo necesita para garantizar el control de los uzbekos.