Cuando ayer me enteré que le habían dado forata a Minera Manhattan la empresa que quería contaminar Tambogrande, Piura, me vino a la mente, de inmediato, la sonrisa prudente y valentía inacabable de aquel líder asesinado por fuerzas oscuras precisamente por oponerse a la destrucción del Valle de San Lorenzo y no pude sino con intensa emoción exclamar: ¡Godofredo García Baca: presente! ¡Su triunfo después de la muerte es un símbolo y un emblema porque las grandes causas no perecen por el miedo!

Fue el valiente pueblo tambograndino, sus líderes, y mención especial merece Pancho Ojeda, y otras opiniones libérrimas que llegaron desde todo el país y lucharon también desde la insensible Lima, las que consiguieron vencer esta batalla. No hay que repartir créditos porque en las justas sociales se comparten responsabilidades, sino prepararse para los próximos encuentros. ¡He allí el reto!

Pocas horas después de los comicios realizados en junio del 2002, conocidos los abrumadores resultados que en 98% rechazaban la contaminación minera de Manhattan en Tambogrande, nos cupo la responsabilidad en el diario Dignidad de poner un titular gigantesco en primera plana: ¡El Perú se llama Tambogrande! Aquella vez conformábamos el equipo director con Pedro Flecha y Raúl Wiener a cuyo mérito y esfuerzo también se deben muchas otras conquistas y denuncias.

Cuando el pueblo vota con los pies en las marchas y en las urnas con los votos, no hay globalización supuesta o modernización hechiza que valga. En Tambogrande nadie se opone al remozamiento de técnicas y procedimientos. ¡Decir eso es una estupidez más grande que las que dicen los funcionarios públicos!

El pueblo tambograndino se alzó sobre su dolor porque le habían matado a su líder García Baca y cuando hubo que usar la fuerza en defensa legítima contra tanto atropello y farsa acometida por Manhattan no tembló la mano a esta gente admirable que sabe pelear y defenderse. Sólo en Lima la prensa repugnante y del status quo ignora lo que allí fue demostración cabal de pundonor y verguenza cívica.

Minera Manhattan creyó, o le hicieron creer los pillos criollos, que podían deportar poblaciones enteras como si estuviéramos en los campos nazis; que estaban facultados para engañar a la gente a través de folletos mentirosos y con la ayuda de mercenarios que alquilaban sus plumas por unos cuantos dólares. ¡Se equivocaron! Y no sólo el pueblo los ha repudiado, ¡también el Estado a través de Centromin!

Esta es una lección para todos los sinverguenzas que se acomodaron bajo el manto dolarizado de Manhattan. ¡No es lícito hacer de la política vil negociado culpable! ¡No es honorable luchar contra el propio pueblo que tiene el derecho inalienable de escoger su modo de desarrollo y de proteger su medio ambiente! Esto no lo entendieron los pillos porque sólo buscan cómo ganar dinero aún a costa del envenenamiento del pueblo como ocurre en Yanacocha, Cajamarca.

Godofredo García, tú estás presente, porque nunca te olvidaron los hijos del pueblo que tanto amaste y que tanto te amó. Hoy, desde la gloria a la que te arrojaron manos innobles, goza con nosotros, triunfa con nosotros, celebra esta victoria, pionera de muchas otras que aún aguardan su liza y desarrollo.

Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz.

*Godofredo García Baca fue asesinado el 31 de marzo del 2001. Su estampa combativa y su lucha perenne quedaron como ejemplo para el pueblo tambograndino y para el Perú entero. (26-3-2008)