Mi temática ha ido madurando a través de los años y ahora se está concretando en una visión más clara del ser humano, mi experiencia en el arte ha sido muy rica y me ha dejado una gran satisfacción interior y una maravillosa pobreza, digna de un buen pintor, sin que eso sea autocalificarme como un gran pintor, pero eso también es válido porque se convierte en un estímulo, puesto que lo que no llena el bolsillo, llena el alma y el corazón y alimenta los recuerdos y eso es mucho mejor porque de este mundo no me voy a llevar ni un centavo, pero va a quedar mi obra para que otras personas puedan disfrutarla”

Con estas bellas y simples palabras, terminó mi plática con René Alejandro Gutiérrez, frente a una aromosa taza de café en el “Madrilón”, un lugar en donde los fantasmas del recuerdo se dan la vuelta todos los días, A René Alejandro lo conozco desde l982, en que realizó su segunda exposición individual, en la Galería “El Quiteño Libre”, un sitio abierto a la cultura por el Centro de Arte Nacional, en la calle Venezuela, frente al Círculo Militar, fecha histórica para este periodista, pues en el festejo, en la casa de René, y antes de tomarnos el primer ron, me fracturé la tibia y el peroné, estrenando de esa manera el brillante piso de la sala del artista. Él sigue siendo tímido, habla en voz baja, pero tiene claros los conceptos y los recuerdos de su trayectoria dentro de la plástica, que lo ha situado entre los más destacados cultores del hiper realismo en el Ecuador.

“Soy pintor desde mi adolescencia” afirma, “aunque de acuerdo al relato de mis padres, desde cuando tenía tres años ya dibujaba en las paredes de la vieja casa donde nací, en el barrio de Iñaquito. A los l5 años, dejé el dibujo y me interesé por el color y a fines de los años 60 empecé a pintar con temperas y acuarelas y realicé mi primer cuadro; aparte de los estudios normales en el colegio leía mucho, todo lo relacionado con la historia del arte, biografías de pintores famosos. Cuando tuve que optar por una carrera universitaria, me inscribí en la Facultad de Artes de la universidad Central, pero era tal mi impaciencia, que abandoné el preuniversitario y decidí dedicarme a pintar a tiempo completo. Por eso mi formación fue autodidacta, con muchas lecturas sobre arte, muchas visitas a las galerías de arte y sus exposiciones; leía todo lo que caía en mis manos y que estaba relacionado con la plástica, me dediqué a conocer y conversar con los artistas plásticos que en esa época eran famosos”.

¿Cual ha sido tu temática preferida?

“Desde que recuerdo, mi preocupación básica ha sido el ser humano: rostros, cuerpos, el entorno y la problemática social; desde muy temprano me preocupó el ser humano y lo que sucede alrededor del hombre, del ser humano y hasta el día de hoy permanece esa misma idea, aunque con las variantes lógicas de la edad, el conocimiento y la experiencia, tanto con la plástica como con el ser humano”.

¿Qué técnicas has utilizado?

“He pasado por algunas técnicas, porque todo depende del tema y del momento, a veces se dispone de poco tiempo, entonces se requiere solo de un papel y un lápiz; para hacer algún boceto previo a una obra de arte o para plasmar algún idea rápida se utiliza técnicas mixtas como acuarela, carboncillo, lápiz, témpera, lo que esté al alcance. Luego de esos bocetos, en una etapa más avanzada de la idea, trabajo sobre cartón, sobre cartulina, sobre madera o sobre lienzo”.

¿Según los entendidos, eres hiper realista o neo cubista?

“Bueno hay muchas opiniones respecto de mi trabajo pictórico, en realidad lo que ocurre es que manejo distintos estilos, así como diversas técnicas y cada estilo responde a una inquietud distinta, a un pensamiento diferente y a una época diferente, aunque recurrentes, porque hay temáticas que las vuelvo a retomar a través del tiempo”.

¿Como te autodefines?

“Básicamente como pintor figurativo más que abstracto, porque me gusta definir la figura, y dentro de ello podría catalogarme como expresionista o realista, más que como hiper relista, no me concentro mucho en el detalle sino más bien en la expresión, en la naturaleza”.

¿Que significa para ti el expresionismo en la pintura?

“Para mí implica un énfasis en la emotividad que puede tener una persona o un grupo de personas frente a mi propia sensibilidad, entonces yo remarco con el trazo lo que siento del ser humano por eso siempre estoy absorbiendo lo que emana del entorno, del ser humano y de su escenografía, en términos teatrales. Como expresionista pongo énfasis en el gesto del ser humano, en su drama interno, en su drama psicológico”.

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