Con cifras catastrofistas, ajenas a la verdad, en occidente sin prueba alguna se magnifica que hubo más de 150 muertos en los disturbios a los cuales no es ajeno ese engendro que se cree dios, el Dalai Lama, quien siempre en la comodidad del exilio opulento, no ceja en su intento de apoderarse de esa rica región que por historia es territorio chino.

La comprobación de esos intereses mezquinos tenía que salir a la luz pública tarde que temprano, son dos figuras a la par impúdicas, que se han descalificado por sí solas, nos referimos al presidente de Francia, Nicolás Sarcozy y a la organización fantasmal, Reporteros sin Fronteras.

El frívolo mandatario galo, quien debería estar más preocupado por recomponer su maltrecha imagen producto de sus excesos histriónicos que le hicieron perder a su partido y a su gobierno las últimas elecciones regionales, en forma absurdamente personal pidió un boicot a los Juegos Olímpicos de China.

La que se quitó la máscara de defensora de los periodistas, es ese membrete o engendro llamado Reporteros sin Fronteras, organización manejada por su fundador y secretario general vitalicio, Robert Menard, el cual como lo ha denunciado la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP, se trata de un siniestro personaje, ex agente de la CIA, y que sólo se manifiesta supuestamente en defensor de los informadores cuando se intenta descalificar a gobiernos democráticos y de avanzada.

Tres activistas de Reporteros sin Fronteras, dice la información propagada por la propia subvencionada organización, ocasionaron un incidente durante la ceremonia donde se prendió la llama en la Antigua Olimpia, en Atenas, Grecia, al intentar desplegar una bandera para reclamar el respeto a los derechos humanos en China.

No lo lograron, pero al través de sus conductos siempre bien aceitados, aseguraron que su propio secretario general, Robert Ménard y otros dos integrantes de dicha organización fueron "neutralizados" por los agentes de seguridad griegos tras desplegar una bandera en la que se representaba los aros olímpicos en forma de esposas, para boicotear de alguna manera, los futuros juegos olímpicos.

Los Juegos están convocados para el próximo mes de agosto, su principal sede es la capital de China, Beijing. En el estadio de la Antigua Olimpia el rito clásico de prender la llama se llevó al cabo, que desde ese lugar de Grecia llegará hasta la capital de China. Afortunadamente, ni la Unión Europea ni Estados Unidos han avalado el absurdo boicot del seudo dios, Dalai Lama, y del frívolo presidente francés, Sarcozy.

Todo esta al descubierto. Empezando por Cuba el gran pueblo chino tiene el respaldo internacional. Lo del Tibet, es sólo un engendro de intereses internacionales para apoderarse, vía étnica-religiosa, de esa rica región. Desde luego que no lo lograrán. La historia, desde ahora, los condenará (ANC-UTPBA).

(*) Periodista. Vicepresidente por México de la FELAP