Este ejemplo hace referencia a aquellas situaciones cotidianas o esporádicas, que en la vida de cualquier persona la lleva a tomar decisiones y, en este sentido, la ética comienza a tener un rol relevante.

El periodista colombiano Javier Darío Restrepo dice: “la ética no se impone, se adopta por una libre decisión personal”. En esto se diferencia de la ley que es coactiva y se cumple por presión del policía o juez que exige y vigila su cumplimiento y sanciona el incumplimiento. Para la ética no hay otra policía que la propia conciencia. No se le puede imponer un reglamento de trabajo ni un manual de estilo. Ser ético es una decisión personal. Uno es ético porque tiene ganas”.

El periodismo está inmerso en esta realidad y por ende la crisis de valores por el que atraviesa la sociedad también le afecta directamente.

Actualizar el debate del rol que le corresponde a los periodistas implica comenzar a ver, analizar y discutir temas como: la falta de transparencia y objetividad, el poder de la opinión pública, la censura y la libertad de prensa. La formidable expansión de los medios de comunicación en esta época de la digitalización y su creciente influencia en la vida ciudadana, nos obliga a plantear un debate en el que participen todos los actores responsables de la comunicación en la búsqueda de mecanismos más transparentes para mejorar la calidad de la noticia.

Muchas veces por el apresuramiento y la necesidad de informar, gran parte de los medios transmiten noticias surgidas de fuentes no calificadas o interesadas, las fabrican para excitar a sus seguidores y promover la venta de ejemplares o aumentar la audiencia, marchan por encima de cualquier cuestión ética. Si bien debemos diferenciar entre el interés mercantil de las empresas periodísticas y los objetivos, generalmente, más desinteresados y de servicio a la comunidad de los profesionales del periodismo, el trabajo entre empresarios de medios y trabajadores de la información debe dirigirse hacia un debate conjunto que enriquezca la tarea de ambos, como así también al público. La discusión de propuestas más transparentes es necesaria para lograr que los intereses de las empresas periodísticas confluyan con la necesidad de informar de manera seria y respetuosa.

Hasta ahora, poco se ha hecho, en este sentido, en los medios periodísticos de Argentina, pero sin duda existen herramientas que posibilitan dinamizar y mejorar la calidad de la prensa para elevar la credibilidad periodística y su prestigio ante los ciudadanos.

El periodista y corresponsal de guerra polaco, recientemente fallecido, Ryszard Kapuscinsky dijo: “El periodista es una persona viva que viviendo toma posición. Tiene emociones, siente, y sentir y tener emociones ya es tomar partido”. Agrega: “No creo en el periodismo que se llama a sí mismo impasible, tampoco en la objetividad en sentido formal. La ética no es un asunto de conocimiento sino de la sabiduría, es el producto más rico de la experiencia.

Por eso cuando un padre quiere transmitir a sus hijos lo mejor de su experiencia, su discurso necesariamente se vuelve ético. El periodismo es una profesión apasionante, pero si sólo la mueve las emociones está lejos de cumplir el cometido. Para llegar a la verdad, ésta tiene que ser algo más importante que la vida”.

Cada vez, de manera más notoria, la intervención e influencia de la prensa en las cuestiones éticas. Un tema que nos deja muchas dudas, preguntas, puntos a discutir y bastante que desear. La falta de transparencia en la información y la censura producidas por las grandes cadenas internacionales, nos dejaron cautivos de intereses políticos, comerciales y culturales.

Numerosos medios de comunicación en el mundo, buscando alcanzar una mayor transparencia, tienen códigos de ética o un ombudsman que prevén los posibles errores que se pueden ocasionar. Buscan generar una mayor credibilidad a la hora de informar, generando más responsabilidad a quienes trabajan en los medios, como una forma de proteger a los periodistas y a los que leen, escuchan o miran a través de los medios, sabiendo que cada uno tiene un control de conciencia sobre lo que escribe o habla.

En este año en que Gabriel García Márquez cumplió 80 años y los 40 de su gran obra maestra “Cien años de soledad”, rescatar en su faceta de periodista, cuáles son sus consignas con relación a lo que entiende debe ser la base de esta profesión. El gran maestro dice: “toda formación debe estar sustentado en tres pilares: La capacidad y la prioridad en las actitudes y las vocaciones; la certidumbre de que la investigación no es una especialidad del oficio sino que todo el periodismo debe ser investigativo por definición; y que la ética y la técnica están estrechamente unidas y no son una condición ocasional, deben siempre acompañar al periodismo como el zumbido al moscardón”.

Por eso debemos luchar para que ese zumbido de moscardón nunca calle.