Esta es una de las conclusiones del reciente informe anual del “Proyecto para la excelencia en el periodismo” realizado por el Centro de Investigaciones PEW, con sede en Washington, según reseña la agencia alemana de noticias DPA.

La gestión de crisis de los hacedores de los medios apunta a un angostamiento de las metas periodísticas y a una relativización de los principios. Por ejemplo, uno de los métodos predilectos para aumentar la cantidad de espectadores y cuotas de exposición es un periodismo conscientemente agresivo y parcial. Con dichos métodos el canal conservador de derechas Fox News hace algunos años está por delante de la CNN. En la emisora del magnate de los medios Rupert Murdoch el resuelto y elocuente presentador Bill O’Reilly se permite atacar verbalmente a liberales, gente de izquierda y enemigos de guerra y preguntar “¿a quién votaría Jesús?”

Mientras tanto también los competidores han optado por la agresión. El moderador de la CNN Lou Dobbs pelea con vehemencia contra leyes inmigratorias tolerantes y contra aquello que él entiende que es la desaparición de la amenazada clase media. Y las simpatías por Barack Obama o Hillary Clinton rara vez son silenciadas. Son cada vez más frecuentes los intentos de los medios por realizar cruzadas periodísticas con informes escuetos y simplificados, sugiriendo al ciudadano que está viviendo en un mundo confuso e inundado de información. Voces escépticas que repreguntan por el trasfondo de la cuestión están allí fuera de lugar.

Otros resultados de la investigación señalan que las emisoras, en su lid por lograr la fidelidad de la audiencia, estilizan a sus estrellas y moderadores en una suerte de marca registrada. Lo que es incontrastable es que nunca antes hubo tantas mujeres jóvenes y atractivas en los canales de noticias en Estados Unidos.

Según el informe, en casi todos los medios se siguen reduciendo redacciones, lo que trae como consecuencia la dificultad de realizar investigaciones y corroborar las noticias, a la vez que atenta contra la gestión del periodismo de calidad. Existe una creciente competencia de conceptos periodísticos que resultan más baratos y son menos meticulosos que los medios clásicos, pero que resultan exitosos. Además el trabajo periodístico para los portales de Internet obliga a periodistas y redacciones a preparar la información de una manera más inmediata, lo que conspira contra la verificación de la información.

No son pocos los diarios estadounidenses que buscan sobrevivir basándose en un estricto concepto regional. De esta manera se produce un angostamiento en la perspectiva hacia el exterior, indica Tom Rosenstiel, director del Centro de Investigaciones PEW. De todos modos los informes periodísticos en Estados Unidos se concentran siempre en unos pocos temas: la guerra de Irak y las elecciones presidenciales estadounidenses dominan más de una cuarta parte de todos los informes no locales de los medios de Estados Unidos. Más allá de los temas Irak, Irán y Pakistán los medios dedicaron al resto del mundo el seis por ciento de sus informes, indica el estudio.

El mayor compromiso de ciudadanos-periodistas, bloggers e iniciativas locales por un lado incentivó la transparencia de la vida pública y la discusión política en los medios y como algunos esperan, “democratiza”. El precio de esta apertura es que mengua la confiabilidad y se incrementa inmensamente la rápida transmisión de rumores y campañas de difamación. “Nuevas tecnologías no contribuyen automáticamente a una mayor democracia”, comentó el Baltimore Sun (ANC-UTPBA).

(*) Nota publicada en el portal de la FELAP (www.felap.info)