Sufre la humanidad el peso de no menos de 800 millones de hambrientos y unos mil 300 millones de pobres. Casi lo mismo, porque si los primeros padecen inanición casi absoluta, los segundos apenas pueden garantizarse una insustancial comida al día. Es decir, que ahora mismo cerca de las dos sextas partes de la población del planeta se enfrenta a un plato vacío o insuficiente; mientras los contados ricos derrochan costosos manjares.

Pero el asunto se complica hasta asumir categoría de tragedia masiva en torno al tema de la tan llevada y traída seguridad alimentaria.

Ahora los alimentos empiezan a encarecerse seriamente, pues influyen en sus costos de producción fenómenos como el precio del petróleo, los monopolios comercializadores que aprovechan la coyuntura para asegurarse elevadas ganancias, y el uso que los poderosos dan a biocombustibles para mover sus automóviles ante los disparados precios de los energéticos de origen fósil.

De manera que, según las más diversas entidades internacionales, el asunto se agrava al punto que entre el 2005 y el 2007 el precio del trigo subió en 70 por ciento, el de los productos lácteos en 90 por ciento, y el del maíz en 80 por ciento.

Ello implica para las naciones empobrecidas erogaciones imposibles de asumir para dar comida a sus habitantes, lo cual, precisan diversas fuentes, significa un incremento de la pobreza global entre el tres y el cinco por cientos.

El drama genera, además, explosividad social. Las agencias de noticias indican que, presionados por el hambre, los pobladores menos favorecidos de naciones como Haití, Perú. Honduras, Egipto, Costa de Marfil, Senegal, Mali, Burkina Faso, Etiopía, Filipinas, Pakistán, la India y Tailandia, entre otros, escenifican marchas y protestas masivas contra el encarecimiento de los productos alimentarios.

Mientras, solo interesado en su prepotencia, el Pentágono norteamericano anunció en medio de semejante crisis que este año dedicará 700 mil millones de dólares a fortalecer sus arsenales, un asunto de “sumo interés” nacional.

Agencia Cubana de Noticias