Habíamos recibido una invitación para asistir el viernes 4 de abril al Festival Artístico por la Soberanía y en contra del Plan Colombia, organizado por el Frente Cultural Eloy Alfaro (FCEA) y la Unión de Artistas Populares del Ecuador (UNAPE – Azuay). Organizamos algunas cosas y salimos hacia Cuenca pensando en cómo el arte popular juega un papel importante en las luchas de los pueblos y en lo oportuno que resultaba el festival, pues la soberanía de nuestra Patria estaba
(y continúa) siendo atacada por el plan militarista del imperio.

El viaje fue largo: el inclemente invierno, la falta de prevención y años de gobiernos populistas y de derecha tienen a las carreteras a punto de colapsar. Llegamos el viernes por la mañana y nos informaron que debíamos ponernos a trabajar de inmediato, había que ir a cubrir la huelga de hambre. Y ¿de quién?, ¿por qué?

En el camino nos explicaron algunas cosas, pero al llegar a la Fiscalía de Cuenca encontramos a un grupo grande de estudiantes paralizando el tránsito en las calles y con sus banderas en alto. La razón: el 2 de abril se realizó el paro preventivo en contra de la explotación minera a gran escala y,
producto de ello, la manifestación, la protesta, el enfrentamiento y, como no podían faltar, los excesos policiales.

Jóvenes agredidas, humilladas y Fernanda Campos acusada de sabotaje y terrorismo. Algo habíamos escuchado en la radio por la mañana y ahora comenzábamos a entender el problema. El Dr. Jorge Morales, decano de la Facultad de Jurisprudencia (FJ) de la Universidad de Cuenca (UC), inició una huelga de hambre hasta que sea liberada Fernanda.

Al conversar con Morales nos contó que todo el proceso estuvo viciado, pues se basa en un reporte policial donde se asegura que Fernanda llevaba 50 bombas lacrimógenas y dos tacos de dinamita. Una mochila muy grande ¿cierto? Además, el médico legista (UC), el Dr. Gabriel Tulcanazo, certificó que los cuerpos de las jóvenes daban muestras de agresión y tortura policial. “Fernanda
no es terrorista, no ha volado puentes, no ha envenenado el agua, no ha creado conflictos en la población”, dijo Morales.

Se unieron a la huelga de hambre el decano de la Facultad de Ciencias Médicas (UC), el Presidente de la Coordinadora por la Soberanía y en contra de la explotación minera a gran escala, la presidenta de la FEUE y tres estudiantes más. Se armó un grupo de abogados, profesores de la FJ, para realizar los trámites legales. Los estudiantes en las calles hacían grupos para turnarse y cuidar a quienes estaban en huelga de hambre. La liberación de Fernanda se convirtió en la bandera que movilizaba a cientos de personas.

Lo que estaba detrás de esta detención ilegal era un afán de criminalizar la lucha popular. ¡Qué cambiados están los conceptos! Los que luchan por la vida, por la salud, por un agua y aire limpios, detenidos. Los dueños de las mineras, que han envenenado el agua, que contaminan el aire, que asesinan al pueblo y se llevan sus riquezas a Canadá, libres. Mientras comentábamos sobre esta contradicción, nos informaron que los artistas populares estaban preparando una presentación para apoyar la huelga.

Efectivamente, por la tarde, en un escenario improvisado, se hizo presente la UNAPE y miembros del grupo cuencano Chakana. Con canciones de contenido social, Carlos Bacacela y Fernando Chávez cantaron a la esperanza, al respeto a la vida, a la libertad, al derecho a vivir con dignidad.Lo que motivó a que mucha gente, estudiantes, trabajadores y amas de casa, que pasaban por la calle,
se unieran a los manifestantes. Gritando las consignas rebeldes: ¡Fuera las mineras! ¡Libertad para Fernanda! ¡La Patria se defiende, no se vende!

Por la noche, cuando nos dirigíamos al Festival artístico contra el Plan Colombia, nos dieron la buena noticia: Fernanda fue liberada. En la mente de todos quedó la importancia de una lucha inquebrantable, la solidaridad, el coraje para exigir la nacionalización de la explotación minera,
que sea controlada por el Estado, ya no por trasnacionales, que se tomen las medidas para
que cause el menor impacto, que no sea a cielo abierto ni a gran escala.

El Festival fue un éxito rotundo, músicos jóvenes como Chakana, Música para Camaleones, Revolución Sur, Sebastián Endara, Fernando Chávez, Segundo Morocho, y de danza Waira Apamushca, reunieron sus voces, sus expresiones artísticas para decir ¡No al plan Colombia!
¡No a la intervención Yanqui en América Latina!

Según Pablo Arciniegas, comunicador social, profesor y artista, la música, el teatro, la danza son expresiones del pueblo que reflejan sus deseos y aspiraciones por un sistema diferente, por una Patria soberana, digna. Por eso es importante el trabajo que el FCEA y la UNAPE llevan adelante.

Así, después de una rica experiencia sobre la cual reflexionar, iniciamos el retorno a Quito. Satisfechos por esta corriente antiimperialista, popular que crece en Ecuador y se expresa cada vez con mayor fuerza, y a la vez indignados de las declaraciones de Rafael Correa, amenazando con represión a las poblaciones que luchen por sus vidas. ¿Por qué esa actitud autoritaria, señor
dueño de la razón?, ¿dónde queda el diálogo en un ‘gobierno ciudadano’?, ¿por qué atacar al pueblo?, ¿los intereses de quién defiende? La lucha por una Patria nueva, sin explotación
minera a gran escala, continúa.

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