El afiche quiere hacer pasar la idea de que en América Latina sólo hay violencia, sangre, gorilas militares, guerrilas y problemas. Pero lo que en verdad está ocurriendo son cambios sociales de manera democrática y mucha soberanía de los pueblos.
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 Análisis semiótico de un cartel que titula «100% Venezuela» y presenta un mapa de América Latina empuñando un fusil

 El cónsul de Venezuela protesta por el cartel de un festival de cine venezolano convocado por el Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York

El Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York (NYU) está celebrando, desde el 23 hasta el 27 de abril, la segunda edición del Festival de Cine Venezolano. En esta oportunidad decidió titular su festival con la pomposa frase: 100% VENEZUELA.

En paralelo, celebró también un simposio entre académico e internacional que tituló: “Perspectiva y liderazgo de la Venezuela Bolivariana”. En este sentido extendió invitaciones a figuras políticas y académicas de Venezuela como Teodoro Pettkoff y Margarita López-Maya aparte de incluir académicos radicados en EEUU tales como Fernando Coronil de la Universidad de Michigan, Tulio Halperin-Donghi de la Universidad de Berkely y Luis Duno-Gottberg de Florida Atlantic University.

El evento en homenaje al cine venezolano fue promocionado mediante un curioso afiche que simboliza al mapa Sur Americano íntegramente teñido de color rojo, que se trasfigura en un puño cerrado que es representado blandiendo un arma larga de guerra en cuyo cañón se inscribe la leyenda: 100% VENEZUELA.

Ante reiteradas críticas por tal afiche, el Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York (NYU) acaba de presentar sus excusas, arguyendo que la composición del afiche no presenta mala intención hacia Venezuela o su gobierno sino que se debió a un “hecho accidental”.

Sin pretensiones de formular un análisis semiótico, limitémonos a describir un poco el contenido del afiche para luego ensayar una primera ojeada semiótica, y aventurar por último un puñado de conclusiones. Vamos con la descripción:

1. El tercio inferior del afiche presenta una figura sin rostro de un militar de estatura mediana, complexión fornida, tipología morena, marcialmente cuadrado, que aparece observando frontalmente al espectador (no resulta difícil imaginar a quién refiere).

2. El militar aparece blandiendo en su mano izquierda una suerte de arma/ cámara cinematográfica con orejas parecidas a las de Mickey Mouse. Con esta arma, el militar se dispara a sí mismo, directamente a la cabeza.

3. El efecto del disparo, aunque curiosamente no logra dañar en lo absoluto el cerebro del militar, sí consigue en cambio que las esquirlas producto de la detonación impacten luego en parte del mapa suramericano, en particular a la región que refiere al territorio del cono sur correspondiente a Argentina y Chile, implosionándola parcialmente.

4. La representación de la suerte de arma/ cámara cinematográfica aparece conectada y alimentada desde una suerte de máquina dispensadora de combustible. Aunque desde hace décadas las máquinas dispensadoras de gasolina en EEUU funcionan con medidores electrónicos, en este caso curiosamente el medidor tiene una curiosa aguja roja, en forma de triángulo, por cierto casi calcada del logotipo de CITGO, filial petrolera y de estaciones de servicio de Venezuela en EEUU.

5. Pero, aunque todavía cupiera la duda de los objetivos que subyacen tras un tipo de representación como esta, extendamos un poco más con la descripción del “accidental” afiche. La suerte de ametralladora es representada atravesando a manera de una gran flecha el corazón de todo el sub-continente Sur Americano.

6. El orificio de entrada recae justo en territorio que corresponde a los territorios de Ecuador y de Colombia, núcleo geofísico del sub-continente. No resulta impertinente recordar que hace pocos días tuvo lugar un ataque misilístico nocturno del ejército de Colombia hacia territorio Ecuatoriano, agresión que resultó en el asesinato premeditado de un conjunto de rebeldes colombianos atrincherados en esta frontera y de ciudadanos de otras países de Latinoamérica.

7. Tal evento fue reseñado por la inmensa mayoría de los medios de EEUU como una escaramuza más en el ataque justificado del gobierno de Colombia contra grupos terroristas. Poco se destacó que el ataque había violado territorio de Ecuador. Y menos se abundó en detalles de corte humanitario.

8. Tampoco es secreto la agenda de sectores políticos de EEUU y de Colombia que buscan vincular a Venezuela con la violencia de este tipo de agresiones, invirtiendo los términos de la ecuación sobre quién es el agente agresor y quién es el mediador de paz en el conflicto. Fórmula sabida: la culpabilización de la víctima es uno de los recursos favoritos del imperio y de sus servidores.

9. Pero ¿en qué contexto geo-político de las relaciones entre EEUU y Venezuela se realiza este evento? Esta segunda edición del Festival de Cine Venezolano se lleva cabo en el contexto en que un par de senadores recién introdujeron (y están haciendo un activo lobby) para sancionar una legislación en el Congreso de los Estados Unidos cuyo objetivo es incluir a Venezuela (óigase bien, a Venezuela y a todos los venezolanos en su conjunto) en la lista de países terroristas.

10. Pero volvamos al afiche en cuestión, el cual caricaturiza el actual proceso de convulsión política, social y cultural pero siempre democrática y pacifica que recién busca protagonizar Latinoamérica luego de más de dos décadas de recesión económica aliñada de paquetes neo-liberales, fraudes electorales, hambrunas planificadas, latrocinios y torturas.

11. Mientras el norte imperial ha avalado y patrocinado sistemáticamente esta política en contra de América Latina ¿qué es lo que sugiere el afiche? Veamos un dato sencillo: a quién apunta y hacia dónde apunta el arma larga que blande la América del Sur amenazante, teñida de rojo y fuertemente armada? Pues, adivinen: justo en la misma línea perpendicular al arma/ cámara cinematográfica que empuña el militar del afiche (¿Chávez?) se proyecta la ametralladora cuyo cañón apunta hacia el norte. En este caso, hacia Centro América y Norteamérica.

12. La conclusión aparece casi evidente. Si el militar, único personaje (y por lo tanto protagonista del afiche) se dispara a si mismo, en la primera significación, en la segunda, más metafórica aunque meridiana, sugeriría estar llamando a América del Sur y su conjunto a disparar simultáneamente hacia el norte, es decir, hacia Centro América y Norteamérica.

13. ¿De qué manera se logra esto? Desde hace décadas los estudios que se han adelantado en el ámbito científico/ discursivo (Pierce, Eco, Joly y otros) han resaltado el gran poder de la dimensión psíquica de la imagen para la construcción de nuevas realidades. La imagen mental, en tanto que representación mental casi alucinatoria se ubica muy cerca de la visión. ¿Y qué logra esto? Pues sencillo. Esta dimensión psíquica de la imagen puede asumir el poder de desencadenar en la mente ciertos rasgos visuales suficientes y necesarios capacees de reconstruir el objeto real en la mente, construyendo entonces una suerte de modelo perceptivo del objeto.

14. Quiere decir esto que es precisamente desde la construcción (y la manipulación de imágenes, mapas mentales, diagramas y esquemas explicativos) desde donde se hace más fácil penetrar efectivamente en la psique individual y colectiva, evocando una suerte de “recuerdo visual” que puede hacerse muy parecido al de los sueños. El efecto es que estas imágenes a veces consiguen (aunque sea parcialmente) suplantar a la realidad, apoyándose en su gran capacidad para dibujar una imagen simplificada y digerible con un casi perfecto parecido con esta.

15. Para la semióloga De Martine Joly: “Pareciera que la imagen puede ser todo y su opuesto”. Por eso su propuesta resalta la necesidad de analizar la imagen siguiendo una disciplina más unificadora de criterio: en tanto que significación y “no como emoción”. Esto es, como fenómeno intra-psíquico además de estético. Así es a través de la semiótica desde donde es posible indagar el “modo de producción de sentido”, dejando en evidencia la manera en que los signos provocan significaciones, es decir, interpretaciones. Para Joly el signo “expresa ideas” que necesitan por ende de “una teoría interpretativa”.

16. Si el signo es como creía Pierce: “algo que representa algo para alguien en algún aspecto o carácter”. Y ese algo esta inscrito en una temporalidad, o historia, cabe ubicar entonces aquí la caracterización de este afiche 100 VENEZUELA en la línea colonialista que sistemáticamente ha representado todas las luchas de emancipación y liberación (antes de las colonias y ahora del Tercer Mundo) como incuestionables ejemplos de barbarie, violencia, asesinatos, suicidios de los propios caciques y militares enloquecidos por el poder, tomados por una sed gratuita de hacer el mal, disparar sin mediar razón alguna ni medir consecuencias.

17.Tanto Pierce como Joly enfatizan el gran poder explicativo de la imagen. Pero es Joly quien resalta la dilogicidad o estrecha vinculación entre imagen y texto. Por eso, Joly resalta que aparte de la imagen propiamente dicha hay que analizar el diagrama como analogía relacional (organigrama, mapa mental, etc.) y, por último, la metáfora que en definitiva construye este tipo de representación. La metáfora es para Joly la mayor novedad en tanto que imagen retórica “que trabaja a partir de un paralelismo cualitativo” que llega así a dibujar el tema de fondo, esto es, la “imagen icónica”.

18. Pero ¿qué nos aportan en definitiva estos cientistas sociales y de la representación para nuestros efectos concretos de poder hacer una lectura socio-política válida de este afiche? Nos dicen que, al contrario de lo que generalmente se cree, la imagen es de suyo compleja. La lectura y comprensión de la imagen, (mucho más cuando asume valencia de diagrama, mapa mental o composición icónico/ verbal, contextual) no es nunca auto-evidente. Es decir, su comprensión y, por tanto, el influjo que ejerce sobre la psique no es racionalmente identificable. Nos dicen que la imagen es heterogénea porque dentro de los límites de su marco reorganiza categorías de signos icónicos (en el sentido de relaciones analógicas y signos plásticos (colores, formas, composición interna y textura), y a menudo también, signos lingüísticos. El significado de este tipo de representación no lo constituyen cada uno de estos elementos separadamente, sino su interacción.

19. Resumiendo, entonces, tendríamos que concluir que el relato que nos cuenta este afiche es más o menos este: a) Un loco, un suicida, un fanático militar latinoamericano le ha dado por disparar a mansalva (ideológica y militaristamente) contra quien sea, incluso contra sí mismo y su pueblo. b) Producto de esta violencia este militar está desbaratando la integridad territorial e ideológica del sub-continente con resultados negativos para toda América (Norteamérica, Centro América y Suramérica); c) Sus armas favoritas son la dimensión ideológico/ mediática y la capacidad de convencer a sus vecinos suramericanos de la necesidad de emprender una loca carrera armamentista en favor del comunismo regional y en contra de Centroamérica y Norteamérica; d) Otro de sus mecanismos para robustecer su poder lo constituye el petróleo por medio del cual chantajea a toda la Región, al pueblo de EEUU y al mundo entero mediante amenazas reiteradas, absurdas y sin fundamento alguno de corte de suministro.

20. En definitiva, el “ingenuo afiche” pareciera buscar edificar una representación icónico/ plástica/ lingüística y contextual demonizada del Presidente Chávez y de todos los bárbaros pueblos latinoamericanos que se dejan influenciar por una suerte de líderes maniáticos, perturbados y agresivos que además cuentan con un gran poder ideológico, mediático y militar para subvertir el resto de la Región y hasta potencialmente atacar por vía armada a los EEUU. Esta, la conclusión de entrada que arroja la relación de interacción entre estos elementos y que produce un sentido que, aunque podemos intuir, no siempre logramos descifrar de manera más o menos consciente.

21. Si el contenido ideológico de esta matriz icónico/ lingüístico/ discursiva es lo que el Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York (NYU) está celebrando desde el 23 al 27 de abril en su segunda edición del Festival de Cine Venezolano, cabe entender por qué hay tantas divas y divos académicos (con sueldos de 60 y 70 mil dólares al año) mientras escasean intelectuales íntegros como Chomsky que se oponen a la locura guerrerista, expansionista, racista de tantos políticos y halcones de ese país.

El mensaje que en definitiva se labra desde este afiche y este tipo de eventos esencialmente tendenciosos es legitimar, como es costumbre en la historia sangrienta del Imperio, la agresión del Norte hacia el Sur. Eso sí, para reponer en nuestras tierras salvajes e ignorantes la sensatez, la paz, la armonía, la solidaridad, el amor y lo que ellos gustan llamar el orden liberal-democrático.

«Lo que se obtiene con violencia solamente se puede mantener con violencia».
Mahatma Gandhi

Fuente
Aporrea.org (Venezuela)