Cananea, Sonora. La inspección extraordinaria de las condiciones generales de seguridad e higiene, realizada los días 7 y 8 de marzo de 2008 por personal de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), revela 265 irregularidades en la mina a cielo abierto de Mexicana de Cananea, SA de CV, que ponen en riesgo la vida de los mineros.

Los resultados del expediente 210/000016/2008 dan la razón a los 1 mil 200 trabajadores afiliados a la sección 65 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana, que desde el 30 de julio de 2007 se mantienen en huelga, para exigir seguridad y mantenimiento en las áreas de trabajo, así como mejoras en salarios y prestaciones.

Además, del 11 de enero pasado –cuando alrededor de 700 militares y policías federales y estatales desalojaron por la fuerza a los huelguistas y permitieron que Grupo México, dueño de la empresa, “recuperara” las instalaciones– a la fecha, se han registrado al menos dos accidentes laborales.
El 5 de febrero pasado Fernando Merino Chacón, de 39 años de edad y enfermo de diabetes, se tropezó y lastimó el pie derecho. Una semana más tarde le fueron amputados tres dedos; a la semana siguiente perdió la pierna, a la altura de la rodilla.

El hombre –contratado por Cheno Construcciones, SA, el mismo día en que se lesionó– formaba parte de las cuadrillas de empleados de compañías terceras que actualmente operan en la mina, al margen del contrato colectivo y de los acuerdos establecidos entre la empresa de Germán Larrea y la STPS, para destrabar el conflicto.

Los medios de información locales dieron cuenta de un segundo accidente, aunque sin identificar a la víctima. En su edición del 9 de abril de 2008, el diario Prensa Hispana reportó que “un trabajador sufrió quemaduras de tercer grado en la mayor parte de su cuerpo”.

Jesús Verdugo Quijada, presidente del Comité de Huelga de la sección 65 del sindicato minero, dice que el afectado recibió una descarga de más de 600 voltios, que le destrozó las cuatro extremidades, lo dejó en estado vegetativo y “casi lo mata”.

Agrega que las condiciones de inseguridad en la mina prevalecen, a pesar de que la empresa “maquilla” las irregularidades. El mismo análisis se desprende de las actas de inspección, de las que Contralínea posee copia: entre las anomalías destaca, por ejemplo, la inexistencia de procedimientos de trabajo con contratistas.

De acuerdo con los inspectores de la Secretaría del Trabajo, Mexicana de Cananea carece de un documento que acredite dichos procedimientos, pese a que desde la represión de enero pasado la mina es operada por una treintena de compañías terceras, con alrededor de 500 trabajadores.

Al ser considerado uno de los depósitos de mineral de cobre más grandes en el mundo, Cananea representa, para la empresa de Germán Larrea, la mina de cobre a tajo abierto más importante que posee.

Contratistas, la otra irregularidad

Con las subcontrataciones, Grupo México incurre en una segunda violación a la normatividad. De acuerdo con el boletín de prensa 47, emitido el 3 de abril por la Secretaría del Trabajo, los contratos con terceros para realizar trabajos en la mina contravienen el artículo 353 del contrato colectivo de trabajo.
La dependencia dice que la subsidiaria Mexicana de Cananea está obligada a solicitar por escrito, como requisito previo, la celebración de un convenio con el sindicato, para que los contratistas puedan realizar los trabajos que no corresponden al personal sindicalizado.

Sin sancionar las violaciones, en esa misma fecha y a nombre de la STPS, el titular Javier Lozano Alarcón solicitó al Grupo México abstenerse de contratar terceros, hasta que se resuelva la legalidad de la huelga.

Entre las contratistas que actualmente laboran en la mina de Cananea destacan Samsa y Orica Limited, descubre el expediente 210/000016/2008. Según la información que el consorcio empresarial proporcionó a las autoridades laborales, éstas se encargan de almacenar, manejar, transportar y usar explosivos.

Orica, empresa de origen australiano, es un proveedor de explosivos comerciales y de servicios a industrias de minería, explotación de canteras y construcción, que emplea a más de 10 mil personas en 40 países, señala su información corporativa.

El 10 de septiembre de 2007, esta empresa estuvo involucrada en la explosión de un tráiler que transportaba 25 toneladas de dinamita. El accidente, ocurrido en la carretera Monclova-Cuatro Ciénegas, Coahuila, ocasionó la muerte de 30 personas, hirió a otras 100 y causó daños a casi 50 vehículos, informó Notimex.

Aunque la propietaria del tráiler era Fletes y Traspaleos, SA de CV, el material era de Explosivos Mexicanos, SA de CV, filial de Orica. Pese al antecedente, las actas de inspección revelan que Grupo México carece de procedimientos de seguridad e higiene para los trabajadores de esa empresa y de Samsa.

Las anomalías

Mexicana de Cananea incurre en más omisiones: carece de constancias de habilidades laborales de los procedimientos de seguridad específicos para los trabajadores en minas mecanizadas, relativos a las excavaciones que se realizan en las frentes de trabajo; de los trabajadores involucrados en las condiciones de seguridad contenidas en los planos permanentes de las operaciones mineras y explotaciones a cielo abierto, para las minas subterráneas y de carbón; de los trabajadores involucrados en las condiciones de seguridad contenidas en los estudios de mecánica de suelos y de mecánica de rocas, para localizar las fallas geológicas y establecer los procedimientos de excavación y fortificación; de los trabajadores involucrados en las condiciones de seguridad contenidas en los estudios hidrogeológicos.

El primer punto crítico en las medidas de seguridad e higiene de la mina, de los 265 que enlistan las actas de inspección, refiere que la empresa tampoco acredita que el equipo de protección personal que utilizan los trabajadores cumple con la norma oficial mexicana o con la garantía escrita del fabricante o proveedor; también carece de instrucciones por escrito para la utilización y control de las herramientas.

Más aún, Mexicana de Cananea incumple con lo básico. De acuerdo con el expediente, los hidratantes (extintores) del área ESDE I se encuentran en mal estado; los registros eléctricos están faltos de tapas, y no existen señalamientos de la ruta de evacuación.

Algunas de las recomendaciones hechas por los inspectores de la Secretaría del Trabajo revelan la magnitud de las anomalías: en el área ESDE II, correspondiente a la nave de electrodepositación, se debe “restringir el acceso al área de tanques contenedores de ácido sulfúrico”; “mantener en buen funcionamiento regaderas y lavaojos instalados en el área de tanques contenedores de ácido sulfúrico”; “instalar rejillas metálicas alrededor de los pilares del edificio”; “reubicar la red de hidratantes, de tal manera que no obstruya el tránsito de los pasillos”.

Los resultados de la inspección comprueban los reclamos de los mineros que se mantienen en huelga, considera Jesús Verdugo Quijada. El líder sindical agrega que si las autoridades laborales no actúan a favor de los trabajadores, queda claro el conflicto de intereses entre Lozano Alarcón y Germán Larrea.
Para la elaboración de este trabajo se solicitó entrevista con los representantes de Grupo México. Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Ver tabla
"Cronología de las huelgas del SNTMMSRM, en el sexenio de Calderón"

Revista Contralínea / México
Fecha de publicación: 1 de Mayo de 2008

Subsecretario justifica irregularidades

La descarga de energía que provocó quemaduras de tercer grado en el 60 por ciento del cuerpo de un trabajador, actualmente en estado vegetativo, y el tropiezo de Fernando Merino Chacón, que le costó la amputación de su pierna derecha, son asuntos menores para la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Respecto de ambos incidentes, Álvaro Castro, subsecretario del Trabajo, Seguridad y Previsión Social de la STPS, explica que la actividad en las minas es de alto riesgo y que “lamentablemente hay accidentes de trabajo”.
Agrega que la dependencia intenta reducir al máximo los riesgos. “No cerramos los ojos a que haya ese tipo de problemas, queremos preverlos y combatirlos, y obligar a las empresas a cumplir (las normas)”.
El funcionario reconoce que la inspección extraordinaria en la mina de Mexicana de Cananea detectó “un número importante de violaciones”, pero justifica que muchas de ésas son resultado de la inactividad productiva de la planta.
También se apresura a decir que ninguna de las irregularidades en que incurre Grupo México es “especialmente grave”. Asegura que “inmediatamente y dentro de los plazos que fija el reglamento en la materia, la empresa acreditó el cumplimiento de la gran mayoría de estas violaciones; otras no las pueden cumplir hasta que no haya una actividad productiva total”.
—No quiero justificar necesariamente que no haya habido incumplimiento, pero no son esas violaciones detectadas la verdadera causa del problema. Cuando el sindicato minero hizo el emplazamiento, con las violaciones a las condiciones de seguridad e higiene, la empresa se allanó a la totalidad de las violaciones que ellos detectaron, se comprometió a cumplirlas de inmediato con supervisión de la Secretaría del Trabajo. Lamentablemente había mucha ambigüedad y no hubo manera de identificar cuáles eran las violaciones exactamente para poderles dar cumplimiento –dice Álvaro Castro.
En la defensa del consorcio minero más importante del país, el subsecretario va más allá. “No quiero que se queden con la idea que la identificación de ese número de violaciones es la justificación real del estallido de la huelga. La empresa ha estado atenta a eso (condiciones de seguridad e higiene). No quiero que se piense que la Secretaría del Trabajo le da la razón a la empresa: queremos que haya condiciones en todas las plantas mineras de todo el país”. (Yenise Tinoco)