En 1861 se funda la Sociedad Filantrópica Suiza, una de las más antiguas sociedades de este tipo de la Argentina. Tuvo como objetivo ayudar a los inmigrantes de esa nacionalidad, facilitándoles dinero, asistiendo a los enfermos, dar lugar y cobijo a los compatriotas desocupados, pernoctando en el edificio todo aquel venido de Suiza que, por diferentes razones, no tuvieran un techo.

En sus primeros años de vida se limitó a la colectividad suiza, con el correr de los años y a medida que se iban asentando en el país, se fueron extendiendo los lazos hacia los porteños.
Y un porteño por excelencia pisó el escenario de este lugar. En 1912 el trío GARDEL-RAZZANO-MARTINO son invitados a un festival benéfico en la Casa Suiza, y allí conocen a otro guitarrero, buen cantor llamado Raúl Salinas. Se ponen de acuerdo el trío y Salinas y queda constituido un cuarteto, acordando que Razzano y Martino harán la primera voz, y Gardel - Salinas, la segunda voz.

Este simple hecho hizo que los europeos conquistaran para siempre a los porteños. Ese año fue un punto de inflexión, Casa Suiza comenzó a construir su historia en este lado del océano. La voz del Zorzal Criollo retumbó por sus paredes y por cada esquina porteña.

Si bien no es considerada un templo del rock, pasaron por su teatro varias bandas que hicieron historia. El 17 de octubre de 1987 vibró el parquet de Casa Suiza con las voces de Patricio Rey y los Redonditos de Ricota.

Pisando los talones de la historia más reciente, otro ídolo popular ensayó durante varias noches. Roberto Sánchez, Sandro, cuando hizo sus últimas presentaciones en la calle Corrientes, dejaba que su ronca voz vibrara por el majestuoso salón de Casa Suiza.

Tanguera, rockera, hizo el aguante a los incipientes actos políticos en las postrimerias de la dictadura. Donde no era fácil conseguir un lugar para agitar la bronca. En todo Buenos Aires sólo se dejaban alquilar para estos eventos la Federación de Box y Casa Suiza. Por ella pasaron los comunistas, radicales, peronistas, socialistas, intransigentes, la militancia toda se dio cita en Rodriguez Peña 254.

También fue testigo de las masivas asambleas de periodistas que aportaron a la constitución de la principal entidad de prensa de nuestro país: la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA).

Y hoy la quieren demoler, será que algún pícaro vio el dinero que se puede hacer vendiendo esos terrenos para construir edificios de mucha altura, que albergue muchos departamentos y hacer mucha plata. No sólo los porteños tienen la rara virtud de ser pícaros...

Los vecinos se movieron con rapidez y pidieron a los legisladores porteños que cataloguen a este edificio con Nivel de Protección Cautelar. Esto ya esta hecho y existiendo un proyecto de catalogación en trámite no se pueden otorgar autorizaciones de obras hasta que éste no se resuelva.

Casa Suiza está integrada por 182 socios suizos o descendientes , depende de la embajada de Suiza en nuestro país, es de esperar que la señora Carla del Ponte, actual embajadora , haga todo lo que este a su alcance para mantener este edificio en pie y que ayude a parar las piquetas demoledoras.

Sería una lástima pasear por las calles de Buenos Aires y en lugar de la coqueta fachada Art Decó literalmente teatral de la mítica Casa Suiza se vean escombros y topadoras.

(*) Nota publicada en el portal Buenos Aires Sos (http://www.buenosairessos.com/)