En los últimos 4 ó 5 días, Lan Chile ha protagonizado accidentes aéreos de alguna gravedad. Una de sus aeronaves salió de Cusco y debió volver por falla de la misma. Asustados, 19 pasajeros no quisieron reembarcar, aunque el vuelo cumplió su destino en la capital. Ayer, en Trujillo, con la insuficiente explicación que hay problemas mecánicos, Lan, no salió de esa ciudad y los pasajeros han quedado, sin protección de ninguna especie, botados, literalmente, en esa ciudad norteña. ¿Lan ministra Zavala, cerrará, también –como ocurrió con Aerocóndor- Lan Chile?

No deja de extrañar que la DGAC en manos de un señor Ernesto López Mareovich “máster en administración de política económica y bachiller en economía con experiencia en competitividad, regulación económica, economía del transporte, planeamiento estratégico, formulación y evaluación de proyectos de inversión, entre otros”, no haya, como suele hacerlo cuando los aviones que fallan son los de Aerocóndor, publicado su expresión o punición inmediata sobre este gravísimo incidente que ha puesto en peligro la vida de decenas de pasajeros. Lan ministra Zavala, por cierto, y su adláter, Carlos Puga Pomareda, segundo en la intitución, tampoco han dicho nada. En ningún idioma.

Como se sabe la Dirección General de Aeronáutica Civil es la autoridad aeronáutica civil que “expide la normativa técnica de obligatorio cumplimiento para las empresas del sector y el personal aeronáutico, y con sujeción a procedimientos y reglas uniformes para todos los usuarios, sin hacer distinciones ni concesiones”. Entonces, si Lan Chile ha tenido fallas y precariedades reprobables e investigables, y por una falta similar a Aerocóndor, le cerraron la tienda, ipso facto, ¿qué esperan para hacer lo mismo con Lan Chile? A igual falta, reza el derecho, igual pena.

¿Qué está pasando con la seguridad aeronáutica del país? Denunciamos la semana pasada que el encargado es un ex muy modesto inspector de la DGAC, Eliseo Salcedo, cuyo principal diploma es ser concuñado de la viceministra de Comunicaciones, Cayetana Aljovín y tener en su pasado y currículum vitae, el discutible mérito de haber mal manejado dos aviones que terminaron, uno en chatarra, el Fokker del Alianza Lima que colapsó en trágico accidente, 1987, y otro malogrado.

¿Sería también mérito que el señor López Mareovich hubiese sido contertulio laboral de Puga Pomareda, el viceministro, en Ositran e Indecopi? De ser este hecho una circunstancia confirmada, hay razones fundadas para sospechar que el concurso que seleccionó al flamante titular de la DGAC, tuvo fallas de origen y de carácter muy desleales para con el Perú entero.

En el aviso que buscaba el “mayor talento posible para ocupar el cargo de Director General de Aeronáutica Civil”, aparecido en El Comercio, el domingo 10 de febrero pasado, se lee así sobre el perfil de los postulantes:

“Quien deberá contar con experiencia laboral comprobada ocupando posiciones similares dentro del sector Aeronáutico Civil y/o en empresas privadas o del Sector Público. Será una ventaja para los candidatos que cuenten con estudios de Post Grado: Maestría en Dirección y Gestión de Empresas”. Firma la empresa Manpower. ¿Fue, pues, un concurso con dedicatoria, lo ocurrido en la DGAC?

El 28 de abril, escribimos en, MTC: ¿Es la consigna, cerrar Aerocóndor?, lo siguiente:

“Desde diciembre del 2007, han ocurrido cinco accidentes de aviación con 11 muertos y 19 heridos en las empresas de aviación Heliandes, Helisur, Helinka y Aeroica pero el ministerio de Transportes no paralizó las operaciones a estas líneas aéreas. ¿Qué clase de discriminación es la que manda, en cambio, sí detener las actividades de Aerocóndor, uno de cuyos aviones aterrizó ayer en la Panamericana Sur, con turistas a bordo? La ley es para todos. O ¿es real la consigna de cerrar Aerocóndor?

La ministra de Transportes, Verónica Zavala, conocida alfil pro Lan, tiene mucho que explicar. Y otro tanto su viceministro, Carlos Puga Pomareda. Recordemos, además, que el presidente García ofreció sacar a patadas a todos los pillos que están medrando en las reparticiones estatales. Entonces, la pregunta adviene directa y sin tapujos: ¿qué espera para poner a disposición del Poder Judicial a la Zavala que, cuando fue funcionaria de Fonafe, años atrás, depositó 5 millones de dólares en un banco que luego quebró, el NBK? ¿O hay ciudadanos de primera, de segunda, de tercera, etc, etc?”

¿Molestan estas revelaciones de incongruencias y presuntas inmoralidades en el sector? Tal parece que sí, y hasta leo en el diario La Primera, que la empresita LAP ha “accionado” judicialmente contra el suscrito, pero eso será materia de otro artículo en cuanto me entere de la desfachatez o tinterillada en que habrían incurrido aquellos. No esperaba menos de esos.

¿Qué espera Lan ministra Zavala para cerrar Lan Chile?

¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder, el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

¡Sólo el talento salvará al Perú!

Lea www.voltairenet.org/es
hcmujica.blogspot.com
Skype: hmujica