Si fuera preciso seleccionar un hecho para fijar el inicio de la búsqueda de soluciones a las dificultades provocadas por la agresión imperial, será obligada la referencia a la planta de níquel de Moa, en la región oriental de la Isla.

Abandonada la estratégica industria por los norteamericanos, sin planos ni documentación tecnológica y agotada la reserva de piezas, todo indicaba que su parálisis sería indefinida.

En aquella dramática circunstancia el Che, entonces Ministro de Industrias, convocó al ingeniero Demetrio Presillas, experto conocedor de la Nicaro, para echar a andar la inventiva y poner a funcionar la emblemática industria. Estaba así, quizás sin proponérselo, dando el primer paso para la creación posterior del movimiento de innovadores y racionalizadores.

La parálisis de Moa era solo un avance de la situación presentada poco después en todo el sector industrial cubano, montado en su totalidad con tecnología norteamericana y preparada para procesar, en gran medida, materias primas importadas desde fuentes igualmente controladas por los norteños.

Muy temprano se hizo claro para Guevara la necesidad de que el movimiento obrero asumiera la fabricación y reparación de las piezas de repuesto y las maquinarias, para mantener la vitalidad del parque productivo de la nación.

De igual forma comprendió que la superación técnica y cultural de los trabajadores, además de una demanda general del desarrollo, se convertía en una necesidad urgente, pues solo con fuerza de trabajo calificada el país estaría en condiciones de mantener funcionando el desgastado equipamiento fabril estadounidense, y proponerse la sustitución de importaciones como objetivo estratégico.

El 14 de octubre de 1961, en una visita a Camagüey, el Guerrillero Heroico anunciaba la puesta en práctica de una de las medidas adoptadas por el Ministerio de Industrias: "Dentro de algunos meses, quizás dentro de algunos días, -dijo- va a salir en coordinación con el Ministerio de Educación un curso de radio y televisión para elevar el nivel cultural de los obreros."

En 1963 haría un vigoroso llamado a construir "tu propia maquinaria", tarea acogida por la CTC y convertida en amplio movimiento de masas.

Esas ideas serían una constante en los discursos que Che Guevara pronunció con motivo de la inauguración de las fábricas de bujías, en Sagua la Grande; de bicicletas, en Caibarién y la INPUD y Planta Mecánica "Fabric Aguilar Noriega", ambas en Santa Clara.

La construcción de esta última en tiempo récord —poco más de un año— inaugurada el tres de mayo de 1964, estuvo entre sus prioridades, persuadido de la urgencia de dotar al país de una instalación dedicada a la producción de piezas de repuesto y otros componentes industriales.

Pero la batalla del Che contra el bloqueo llegó también al plano de la lucha ideológica, con la finalidad de desmontar las tergiversaciones de la verdad propaladas por Washington y sus lacayos.

Minutos después de su histórica intervención el 11 de diciembre de 1964 ante la Asamblea General de Naciones Unidas, hizo uso del derecho de réplica para responder a las calumnias y falsedades del delegado norteamericano.

"Dice el señor representante de los Estados Unidos que Cuba echa la culpa de su desastre económico al bloqueo, cuando ese es un problema a consecuencia de la mala administración el gobierno.

"Cuando nada de esto había ocurrido, cuando empezaron las primeras leyes nacionales de Cuba, los Estados Unidos comenzaron a tomar acciones económicas represivas, tales como la supresión unilateral, sin distinción alguna, de la cuota de azúcar que tradicionalmente vendíamos al mercado norteamericano. Asimismo, se negaron a refinar el petróleo que habíamos comprado a la Unión Soviética en uso legítimo de nuestro derecho y amparados en todas las leyes posibles."

A continuación enunció con lujo de detalles la agresión económica, y en particular la prohibición de vender medicamentos a la Isla.

Dos años antes y solo semanas después de que el presidente John F. Kennedy firmara, el siete de febrero de 1962, el decreto 3447 mediante el cual dejó inicialmente establecido el boqueo, el Comandante Guerrillero inició una gira por la mayoría de los países socialistas europeos, cuyo objetivo fundamental era el establecimiento de relaciones comerciales y diplomáticas para hacer frente a la guerra imperial.

Valga este recuerdo histórico, cuando los revolucionarios de todo el orbe le rinden homenaje en el aniversario 80 de su nacimiento y Cuba, enhiesta, continúa a nivel mundial el mismo combate iniciado por él. (AIN)
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Agencia Cubana de Noticias