Muchos movimientos políticos de oposición al gobierno del Presidente Rafael Correa apuntan a dos frentes: el referéndum, para impedir la aprobación de la nueva Constitución el próximo 14 de septiembre; y las elecciones seccionales, donde intentarán mantener sus alcaldías y prefecturas, especialmente en la provincia del Guayas.

Para enfrentar el proceso aprobatorio de la nueva Constitución, la oposición inició su trabajo desde la Asamblea Constituyente. El Movimiento UNO, liderado por Eduardo Maruri, y Futuro Ya, de Pablo Lucio Paredes, fieles representantes de la derecha, han rechazado la mayoría de artículos y mandatos aprobados que ‘atentan’ contra sus intereses. Asimismo, han defendido y se han unido a los postulados de los asambleístas de la partidocracia (PSC-PSP-PRE-PRIAN); han intentado dividir a los asambleístas de Acuerdo País, como ya ocurrió con Roxana Queirolo y Diana Acosta, y también adherir a sus propuestas a otros que han sido calificados por los medios como ‘alzamanos’. Incluso, como fue denunciado por el propio gobierno, a través de la compra de conciencias, donde los hermanos Gutiérrez (Lucio y Gilmar), por denuncias del propio “hombre del maletín”, Cao Lay Muñoz, serían los principales mentalizadores.

Desde afuera, los empresarios y políticos rezagados de la partidocracia, como Blasco Peñaherrera Solá, Vladimiro Álvarez, ‘Pocho’ Harb, Lucio Gutiérrez, Diego Ordóñez, Andrés Páez, Cynthia Viteri, Jimmy Jairala, entre otros, han formado sus propios movimientos políticos y han iniciado campañas contra el NO a la Constitución. Las Corporaciones, Fundaciones y Juntas Cívicas, fuertemente direccionadas por los empresarios guayaquileños a través de las Cámaras de Industrias y de Comercio, han salido a flote para organizar marchas y oponerse directamente a las políticas de cambio que intenta Rafael Correa.

Las campañas por el NO en el referéndum, como es conocido, se realizan con apoyo de los medios de comunicación privados, a través de los mismos y repetidos análisistas.

Respecto a las elecciones seccionales, las alcaldías y prefecturas de Quito, Guayaquil y Cuenca, que están actualmente en manos del PSC y la ID, estarán en disputa, más aún cuando Jaime Nebot y Paco Moncayo apuntan a las autonomías y hasta al separatismo. hecho punible denunciado por el propio Jefe de Estado, Rafael Correa. En el caso de Guayaquil, la guerra al gobierno está anunciada por parte de sus empresarios, que han dicho que impedirán la aprobación de la nueva Constitución y apoyarán la posible reelección de Nebot o posiblemente la candidatura de Eduardo Maruri. En Quito, la cosa es distinta; las fuertes lluvias caídas en la capital comprobaron la ineficiencia de Paco Moncayo y cada vez se hunde su posible reelección. Más aún cuando el pasado mes de mayo, un grupo de empresarios, ex reinas de Quito y supuestos representantes ciudadanos, formaron el grupo denominado -con mucha intención política- Junta Cívica de Quito.otra maniobra de la derecha

Junta Cívica de Quito: otro grupo que apuntaría al separatismo

A las agrupaciones que han aparecido desde inicios de la Asamblea, con claros intereses políticos, se suma la autodenominada Junta Cívica de Quito, este grupo que está liderado por empresarios quiteños, ‘representantes’ ciudadanos y ex reinas de Quito.

Patricio Izurieta, María Teresa Donoso, María José Jervis, Fausto Dután, Alejandro Lasso, Kurt Freund, Jorge Rodríguez y Patricio Donoso, este último, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), lideran este grupo.

Aunque funge como presidente Jorge Rodríguez, es Patricio Donoso quien dirige a la Junta Cívica de Quito: el titular de la CEE aglutina a todas las cámaras de la producción del país, a la Asociación de Bancos Privados del Ecuador y la Corporación para la Promoción de las Exportaciones e Inversiones (Corpei). Es decir, representa toda la rancia oligarquía ecuatoriana como es la de Alarcón, Dassum, Quirola, Wong, Noboa, Maruri, Febres Cordero, Kronfle, Isaías, Manzur, Pinto, Egas, Wright, etc.

Donoso, además, aparece como ex Director Ejecutivo del CONAM, Director Ejecutivo de la Fundación IDEA, Concejal Alterno del Municipio de Quito y Asambleísta Constituyente por la Provincia de Pichincha en 1997.

El discurso inicial de este empresario ha sido que esta junta representará los ‘intereses’ de los ciudadanos quiteños, debido a que el alcalde de Quito, Paco Moncayo: “Dejó de defender, en parte, los intereses políticos de Quito. Ha habido un silencio en este nuevo Gobierno, se ha perdido la voz del alcalde para reclamar lo que es para Quito”, manifestó Donoso.

Además indicó que uno de los objetivos es impulsar una entidad que se convierta en defensora, fiscalizadora y veedora de organismos seccionales y nacionales, a fin de que cumplan sus deberes a cabalidad. Finalmente aseveró que la próxima semana entregará el documento de la creación de este nuevo ente al alcalde de Quito.

No resultará extraño que asuman la misma posición política de la Junta Cívica de Guayaquil, donde en su Plan Operativo se asegura que el objetivo “es impulsar el sentir cívico y desarrollar estudios que, mediando la participación ciudadana, generen una mejoría en el nivel de vida de la población guayaquileña y nacional”.

Con este argumento han participado en defensa de los intereses políticos de la oligarquía guayaquileña, de sus anheladas autonomías, de su ciudad independiente, y de apoyar, como dijo el presidente venezolano Hugo Chávez, a un separatismo en toda la región.