Nacido en Brasil en 1943, Emir Sader es una de las figuras más destacadas del pensamiento marxista que ha combinado con su inclaudicable vocación militante y es el secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso). Además, es autor y compilador de más de 40 libros de ciencias sociales, historia, filosofía y teoría política.

Para Sader, en Bolivia, Ecuador y Venezuela es donde se avanza hacia una alternativa al neoliberalismo: “Avanzan en la ruptura del modelo de la izquierda. Aportan una tercera estrategia de la izquierda”, explica. “La primera estrategia nos remite al reformismo, cuyo ejemplo es el de la Unión Popular en Chile, la experiencia de Salvador Allende (1970-1973); la segunda es la de guerra de guerrillas, hoy inviable, por ejemplo si el MST (Movimiento Sin Tierra de Brasil) o el zapatismo (en México) tomaran esta vía serían masacrados, no es porque no sea justa, es que no es efectiva o factible. La tercera estrategia es la que se dio con más fuerza en Bolivia y Ecuador: sublevación popular, salida electoral y refundación del Estado. No se basan en la izquierda tradicional latinoamericana, hay una clara ruptura”. Y añade: “El tema de hoy, infelizmente, no es el socialismo, es el pos-neoliberalismo.”

En relación a la hegemonía de los Estados Unidos, el pensador brasilero asegura: “Pasamos de un mundo bipolar a uno de hegemonía norteamericana. Se trata de una victoria extraordinaria, política, militar e ideológica. Siguen siendo los que tienen más iniciativa política, siguen siendo la mayor economía del mundo, aunque estén perdiendo competitividad, aunque estén más débiles, pero siguen siendo los que están mejor. A pesar de que son evidentes sus debilidades estructurales ha logrado generar un poderoso esquema de producción y difusión de estilos de vida. Un ejemplo de esto sería la amplia capa de jóvenes pobres de la periferia que ambicionan el consumo de los grandes centros comerciales.”

En este punto añade: “El elemento ideológico es el más importante, lo que se llama el modo de vida norteamericano: manejan una expectativa de consumo que se imita en el mundo, hasta en China”. Explica que como “‘proyecto civilizatorio’ los Estados Unidos tienen un poder terrible a pesar de que (el presidente George W.) Bush no tenga consenso, su poderío va más allá. Y hoy no hay ningún bloque que pueda ocupar la hegemonía norteamericana que se está debilitando. Hay una decadencia norteamericana sin que aparezca alternativa, por eso entramos en un período de turbulencia, que será largo”.

Según Sader, la relación con los Estados Unidos debe definirse de otra manera: “Si tomamos el mapa de América Latina la línea divisoria no es entre buena y mala izquierda, que intenta enfrentar a países y líderes continentales que deben estar unidos. Como por ejemplo Lula y Chávez. La primera gran división es entre quienes firman tratados de libre comercios (TLC) y quienes promueven la integración regional. Con los TLC hipotecaron sus futuros. La integración regional ayuda a construir un mundo multipolar”.

En este sentido, destacó la experiencia de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que integran Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Dominica. “El ALBA, a pesar de ser muy pequeño, privilegia la noción de comercio justo, cada país da lo que tiene conforme a sus necesidad y posibilidades. Piensa a los ciudadanos como sujetos de derecho y no como consumidores”, explicó el sociólogo brasilero.

Enfatizó sobre el ejemplo de Cuba por sus convicciones y resistencias: “Hoy hay más médicos cubanos en el mundo que en toda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y están en las periferias, no en las capitales”.

En referencia al dólar y la posible crisis que estaría atravesando la divisa norteamericana, Sader prefirió señalar la debilidad de las monedas nacionales en latinoamérica y la necesidad de integración: “Para resistir tiene que haber una moneda regional, una moneda única. La integración también significa moneda única”.

Trabajo y neoliberalismo

“La gente hoy trabaja más que antes, pero no se identifica como trabajador. Se han perdido esos lazos, esas formas organizativas, de unión. Los países que más han avanzado en la región son los que han tenido menos daño del modelo neoliberal y menos tradición sindical, es donde los movimientos sociales han tomado la iniciativa, como en Bolivia, Ecuador y Venezuela, en estos países es donde menos ha echado raíces el neoliberalismo. En Chile, México, Brasil y la Argentina sí lo hizo, imponiendo el estilo de vida norteamericano. Se trata de un panorama contradictorio del mundo”. Cuenta Sader, al tiempo que subraya: “América Latina vive una resaca del neoliberalismo, se ha extendido el trabajo precario para dividir a la sociedad, mediante la hegemonía del capital financiero, la expropiación de derechos y dificultar la capacidad de resistencia popular”.

Profesor de las universidades de Sao Paulo y del Estado de Río de Janeiro, Sader argumenta que “la condición del neoliberalismo en América Latina fueron las dictaduras militares. La resistencia al neoliberalismo en los 90 fue de los movimientos sociales, fue un movimiento de defensiva, de resistencia. A partir de 1998 se empieza a revertir esta tendencia con la llegada de Chávez al poder, luego lo siguieron Lula, Tabaré, Evo”.

El autor de “La venganza de la historia” se explayó también sobre el momento actual que vive Brasil, el apoyo mayoritario que recibe la gestión del presidente Lula, con sólo un 11% de rechazo, pero con un panorama de desmovilización. En esa línea expresó su preocupación por el componente racista que se expresan contra presidentes de origen humilde o proletario como Evo Morales, Chávez y Lula.

“El mundo está dominado por tres grande monopolios, el de las armas, el del dinero y el de la palabra; en América Latina el más grave es este último porque lo integran sectores poderosos contrarios a los procesos de cambio en la región”, subrayó Emir Sader.

La jornada, encuadrada en las tareas de formación promovidas por la Mesa Nacional de la CTA, contó con la presencia de los dirigentes Hugo Yasky, Víctor De Gennaro, Horacio Fernández, Daniel Jorajuria, Fabio Basteiro, Hugo Godoy, Elena Reynaga, Manuel Alzina, entre otros.

Nota publicada por el portal de la CTA (http://www.cta.org.ar/base/spip.php?page=acta&id_mot=822)