Ulanovsky comparó la Ley de Radiodifusión vigente en Argentina con la de otros países del mundo, se preguntó por qué hay tanta reticencia de los grandes medios a hablar de los marcos regulatarios y destacó la importancia de los Observatorios de Medios “como el de la UTPBA”, porque alientan el debate acerca de qué tipo de medios tenemos y qué tipo de medios queremos.

El periodista remarcó que “es importante que a la brevedad dispongamos de una nueva Ley que garantice el derecho a la comunicación. Aunque ni la mejor Ley del mundo va a garantizar un periodismo mejor”.

Santachita planteó que más que precisiones tenía preguntas como “¿De qué hablamos cuando hablamos de opinión pública? ¿Cómo se genera? ¿Cuál es el rol de los medios en la formación de la opinión pública? ¿Y el de los periodistas? ¿Los medios son de comunicación o de difusión? ¿Qué tipo de comunicación queremos? ¿Hay que regular la comunicación? ¿Quién debe regularla? ¿Los gobiernos? ¿Si éstos lo hacen la comunicación tendrá la impronta de los gobiernos”.

Las respuestas a todos estos interrogantes son parte del debate para una nueva legislación. “Sería imposible en un país desarrollado, que una Ley decretada por la dictadura hace tantos años todavía tenga vigencia”, remarcó.

Portugal trazó un paralelismo de como funcionaba la radio a mediados de los ’80 y en la actualidad, y destacó cómo la concentración económica condiciona la forma de trabajo y la manera de producir.

“Hace veinte años el ingreso a los medios era muy diferente al de hoy. Antes se podía charlar sobre el contenido con los gerentes. Hoy no se puede llegar a los gerentes, a veces ni se los conoce”, señaló.

También sostuvo que “la modificación de la actual Ley de radiodifusión es muy importante y trascendente para asegurar una mayor y mejor información. Hay que pensar en la comunicación como un vehículo para lograr un país más justo”.

Veiras se mostró escéptica respecto a que una ley pueda contrarrestar procesos de poder y enfatizó que las empresas periodísticas son en sí mismas factores de poder, por lo que debe haber necesariamente una puja de poderes en relación al tratamiento de una nueva ley.

“La regulación de los medios es el derecho que tiene cualquier ser humano para que no le mientan y no lo manipulen”, dijo la periodista, quien además remarcó que “existe una gran falencia en el aprovechamiento del avance tecnológico para poder informar mejor”.

Blaustein señaló que “la modificación en la Ley de Radiodifusión todavía no ha sido sancionada por arrugue político. Ha sido mayor el poder mediático que el político” y que aunque se modifique “el nivel de potencia económica va a seguir siendo determinante. Los poderosos van a seguir siendo poderosos”.

También opinó que “una Ley de Radiodifusión, aunque funcione como queremos, va a necesitar veinte años por lo menos para modificar el mapa de los medios de comunicación”.

“El poder de los medios de comunicación aumenta cuanto más dividida está la población. Los medios, como mínimo, construyen la agenda social y nos indican qué es lo que tenemos que discutir”, agregó.