Aliverti abrió su exposición colocando la incógnita acerca de si estamos preparados para asumir el desafío que nos representa la aprobación de la nueva Ley de Radiodifusión, a la que calificó como una herramienta. “Es un paso para el debate acerca de saber quién va a reemplazar a los que ocupan las radios actualmente”.

Dijo que la nueva Ley “es importante para poder fijar las posiciones de los periodistas en los medios”, y más adelante, también se preguntó qué pasará una vez derogada la Ley, “¿a quién le damos las nuevas licencias de radio y televisión? ¿Dónde están las nuevas radios?”.

Remarco que en general “hay un pensamiento acrítico sobre quienes son los dueños de los medios actualmente”, y sostuvo que la discusión sobre la Ley de Radiodifusión “sólo se da en ámbitos como este”, ya que “no es posible hacerlo en los grandes medios”.

A su turno, Anguita coincidió con Aliverti acerca de que “estamos ante la posibilidad concreta de derogar la Ley” y en que hay que preguntarse “quienes van a tomar las riendas de los medios”.

Destaco la oportunidad que se está presentando, luego de recordar la larga lucha llevada adelante por algunos sectores “entre ellos la UTPBA”, en donde se discutía “que medios queríamos y qué ley queríamos, aún en épocas donde estaba muy lejos de alcanzar una concreción”.

Luchessi coincidió respecto a la incógnita sobre el desafío que presenta la nueva Ley de Radiodifusión a “qué medios y quienes vienen” con esta legislación, y sostuvo que es posible llevar adelante la discusión sobre el tema, aún “en los grandes medios”.

También analizó la producción informativa de los medios y sostuvo que “no hay información de primera debido a la competencia”, ya que en lugar de simplificarse el modo en que se transmite una información, para que pueda ser entendida por todo el público en general, lo que se simplifica es el contenido de las noticias.

Lafont se refirió a la situación actual del periodismo, a la cual calificó como muy dificultosa, y dijo sentirse preocupada por “esta nueva etapa en donde algunos periodistas se han transformado en voceros de los gerentes de los grandes medios”.

Manifestó que el debate por la ley “va a ser duro porque los grandes medios van a mostrar la cara de lobo” y remarcó que hay que preguntarse cuáles van a ser los mecanismos para hacerla valer.

Barone enfatizó que “no se puede luchar contra los grandes medios ya que son imbatibles”. Y que dado a que “los periodistas trabajan para las publicidades” que financian sus medios, y que como los que proporcionan las publicidades “son ricos y mayoritariamente de derecha, es imposibles ser periodista y revolucionario”.

Dijo que “un periodista empieza a trabajar con la ilusión de ejercer su labor con libertad y luego se da cuenta de que no es así”, y señaló más adelante que “los periodistas hacen su trabajo de acuerdo al medio en el que trabaje. Uno cuando entra a un palacio sabe que tiene que comportarse como en un palacio”.

Pedernera mostró escepticismo respecto a la nueva ley, que de por sí le abren varios interrogantes.

Entre otros planteos se pregunto si esa legislación podrá garantizar el acceso a la información pública y si logrará limitar la concentración mediática.

Spina propuso que la Ley de Radiodifusión tiene que tener algún de protección al menor más allá del horario, si no también acerca del contenido que se emite desde los grandes medios.

“Estamos a favor de la intervención del Estado, de la distribución de la riqueza y de la derogación de la Ley”, dijo.