Si bien es cierto que no existe un acceso amplio al sistema financiero, debemos tener en cuenta que estos son fenómenos que se presentan cada cierto tiempo, favorecidos por la falta de memoria de la sociedades poco solidarias, y por la avaricia presente en todos los seres humanos; encontrando precisamente su sustento en sociedades donde las redes sociales son muy débiles y la solidaridad en la comunidad es casi inexistente.

En Colombia, se cumplen todas estas condiciones y a pesar de que las pirámides, o los paga diarios, son delitos por ser captación masiva de recursos, o el delito de usura, no existe un Estado que defienda a la gente ante esta amenaza, principalmente por considerar que no se están realizando fraudes sobre grandes inversiones. A pesar de eso, Restrepo es claro al decir que la mayoría de estas formas de duplicar ganancias no son creíbles ni reales, y que en todo caso siempre son una estafa.

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