Los poderosos, que pueden tener de todo menos de ingenuos, lo comprendieron muy temprano. De ahí que los sectores reaccionarios hayan dedicado desde siempre enormes recursos a desinformar, desorientar, moldear ideas y criterios, y a intentar establecer sus puntos de vista y percepciones a escala universal.

Esta política se aplica mediante la tergiversación, la omisión y hasta la violencia en lo que, con toda justeza, no pocos analistas definen ya como una tiranía mediática global al servicio de los explotadores.

Gracias a esa red brutal, Washington hizo creer a no pocos que Iraq acumulaba cuantiosos arsenales destinados a diezmar el género humano y que Irán prepara artefactos atómicos. Otro tanto, que Venezuela financia y apoya a la insurgencia colombiana y a grupos terroristas árabes, o que Cuba viola los derechos humanos y practica el injerencismo a escala global.

Al propio tiempo silencia que Israel posee armas nucleares desde hace decenios. Que el petróleo y los alimentos suben escandalosamente de precios a cuenta de los especuladores amigos de George W. Bush, o que Cinco cubanos presos en los Estados Unidos son decididos combatientes antiterroristas, por solo citar unos pocos ejemplos de manipulación.

Precisamente contra esta verdadera cortina de falsedades se alzaron recientemente en Isla Margarita, Venezuela, las voces de los integrantes del Movimiento de Países No Alineados, deseosos de rasgar el muro de mentiras y silencio que se les impone y de hacer escuchar sus voces y exponer sus realidades sin cortapisas ni injerencias.

La reunión de NOAL sobre información fue contundente al reconocer el destructivo control que sobre el universo informativo ejercen los poderosos del orbe, y en intentar impulsar iniciativas propias para combatir el multilateralismo político global.

Iniciativas en marcha como Telesur, a la cual se adscriben varias naciones latinoamericanas, tuvieron prometedora acogida entre los presentes en Isla Margarita, e incluso varios países del Movimiento solicitaron unirse creativamente al proyecto.

Como apuntaba un especialista: la tecnología está, solo se requiere apropiarse de ella, hacer un uso eficaz de su alcance y posibilidades y disponerse con seriedad y fuerza a romper las barreras que nos amordazan y convierten en una suerte de desechos en la palestra de la comunicación y la información, a merced de los sempiternos expoliadores.

Agencia Cubana de Noticias