El único imputado por el crimen del maestro fue sentenciado por el delito de “homicidio calificado por haber sido cometido por un miembro integrante de las fuerzas policiales abusando de su función”, con el agravante de haber sido cometido con los delitos de violencia y alevosía.

Esto implicó una "condena total de prisión perpetua más la inhabilitación perpetua y las costas del proceso".

Conocida la sentencia, Sandra Rodríguez, viuda del maestro, estalló en lágrimas, al tiempo que los manifestantes nucleados en el ex edificio de la Legisltaura provincial festejaban con gritos y cánticos.

La audiencia se había iniciado pasadas las 9, en medio de un paro de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) que implicó la concentración de docentes, estudiantes y estatales que aguardaron el resultado de la sentencia.

Poblete fue el último en llegar al recinto, colmado por allegados a la víctima, dirigentes gremiales de CTERA y miembros de organizaciones sociales. El único imputado ya tenía dos condenas: una de 1997, por “apremios ilegales”, y otra de 2006, por “vejaciones”, la cual implicó dos años de prisión efectiva e inhabilitación por cuatro años.

Acompañando a Sandra Rodríguez de Fuentealba, se encontraban presentes la Junta Ejecutiva de CTERA, encabezada por Stella Maldonado, secretaria General, entidades de base de CTERA, organismos de derechos humanos, organizaciones sociales, diputados nacionales y una masiva presencia de docentes neuquinos y del resto del país.

Este es un primer paso, en el marco de la Campaña Contra la Impunidad y por Juicio y Castigo, impulsada por CTERA y ATEN y que contó con la adhesión de distintos organismos de derechos humanos, organizaciones sociales, sindicales y distintas personalidades de la ciencia, la cultura y el deporte.

Fuentealba murió tras sufrir el impacto en su cabeza de un cartucho de gas lacrimógeno, disparado por una escopeta lanzagases a no más de 7 metros, que le produjo el hundimiento de cráneo.

Por su parte, la viuda de Fuentealba se abrazó y lloró junto a sus hijas, acompañada por el abogado Gustavo Palmieri. Minutos después, fuera de la antigua Legislatura, sede elegida para las 14 audiencias del juicio, recordó a su marido y sostuvo que "él me dio las herramientas para luchar". Pero afirmó que más allá de la justa condena a Poblete, "hubo un autor oculto, que fue el ex gobernador Jorge Sobisch, y no lo perdonamos". "El testimonio que dio (Sobisch durante el juicio), echándole la culpa a los policías. ¿A esos señores?. ¿Quién fue quien les dio las órdenes de ejecutar la muerte de Carlos?. ¿Quién les dio la orden de escarmentar de la forma más violenta a los docentes, para que nunca más salgan a pelear por sus derechos", manifestó.

Por eso, "es la responsabilidad de todos nosotros que juzguen a (Raúl) Pascuarelli,(ex secretario de Seguridad provincial) a (Carlos) Zalazar a (Moisés) Soto (ambos ex jefes policiales) y a Jorge Sobisch", gritó Rodríguez ante las casi 5.000 personas que la esperaban en la calle.

Luego de esas palabras, todos los manifestantes iniciaron una movilización hacia el centro neuquino, en el marco de una jornada de paro provincial decretada por la CTA.

(*) Nota publicad por la agencia ACTA (http://www.agenciacta.org.ar/article8576.html)