No ha llamado mucho la atención de que la cúpula de la Iglesia en un acto político llame a votar por el No en la nueva Constitución. Era de esperarse toda vez que en nuestro país y en el mundo entero se ha convertido en una de las organizaciones que más fortuna han amasado.

Ellos, como los partidos tradicionales que han aniquilado paulatinamente a nuestro país, también han colaborado para ello. Siempre han estado del lado de los opresores. Recordemos que fue por la agitación "católica" que asesinaron vilmente a don Eloy Alfaro. La Iglesia siempre ha estado en contra de los grandes cambios y de las grandes conquistas populares.

La nueva Constitución defiende la vida desde la concepción, pero en un acto por demás político, irresponsable y sin tener argumentos sólidos hacen aparecer como que es una Constitución abortista.

Ellos, como ayer, de la mano de los social cristianos Sociedad Patriótica y otros, emprenden hoy una lucha contra los más puros intereses de la Patria.

Es raro escuchar que están en contra de los homosexuales, cuando precisamente es en la Iglesia que se han dado los casos más oprobiosos de homosexualidad y abominables crímenes de pederastia y pedofilia. Se repiten aquellos casos en tiempos de la colonia, cuando los curas prohibían a los indígenas emborracharse, siendo ellos los dueños de los estancos.

Hipócritamente, durante la historia, la iglesia ha condenado todo tipo de atropellos y se han declarado santos pasando por alto todo el mal que le han hecho a la humanidad como sus crímenes horrendos cometidos durante la Inquisición, durante las cruzadas, etc.

Recuerdan a los Borgia? Al decir de Mario Puzzo, la primera gran familia criminal de la historia? Estos ´papas´ que eran homosexuales, que eran adúlteros, promiscuos e incestuosos? Que con engaños, sobornos, y asesinatos lograban imponer su ley. Así eran los Borgia, que aflorarían como resultado de la escisión reformista de Martín Lutero y Juan Calvino, en el siglo XV. Así era la iglesia que descaradamente se llama a sí misma santa.

Hoy inician una hipócrita y cobarde campaña por el No, todos quienes se oponen a que el Ecuador progrese. Entre ellos la iglesia. Pero la historia y el tiempo han ido despertando de a poco a nuestro pueblo y hoy ya no les creemos porque les conocemos más de cerca. Aquellos que dicen representar a Dios, no representan sino oscuros y egoístas intereses.