Cuatro millones de ecuatorianos vivimos en el exterior, mayoramente en EEUU, Canadá, países de la Unión Europea y el resto de países de América Latina. En gran mayoría somos trabajadores que hemos tenido la posibilidad de emigrar con nuestras familias hacia estos países, generalmente sobre la base de la llamada reagrupación familiar, vigente hasta hace pocos meses.

Al origen de estos movimientos migratorios en la década de los 90 encontramos la quiebra de bancos, falta de empleo, de vivienda, así como la dependencia de la economía de los países como el nuestro, a las políticas del Fondo Monetario Internacional. De allí que desde nuestra visión, en el Ecuador impera ahora la necesidad de debatir las nuevas realidades económicas y políticas de la sociedad, así como la de profundizar los cambios sociales y políticos que exige nuestros países.

Los inmigrantes, como somos llamados en los países en los cuales estamos obligados a vender nuestra fuerza de trabajo en condiciones sociales precarias, acompañadas de conductas sociales racistas y xenofóbicas, somos doblemente víctimas de la sobreexplotación y doblemente marginados. La identidad la perdemos día a día, y la llamada “integración” es un papel que chantajea nuestra permanencia en territorios ajenos a condición de un dócil sometimiento a las reglas de la sobreexplotación. Esta es la realidad en la que vivimos los trabajadores ecuatorianos en el exterior.

En este contexto, los ecuatorianos que trabajamos y residimos en el Europa y que nos hemos organizado en el Frente Unido de Inmigrantes Ecuatorianos en Europa, FUIE, expresamos nuestra posición sobre el proyecto de Constitución Política, aprobado el día 24 de julio del presente año por la Asamblea Constituyente, y decidimos que: Respaldamos este Proyecto de Constitución y llamamos a todos los trabajadores inmigrantes, así como a sus familias y al pueblo ecuatoriano en general a votar SI a la nueva Constitución; pues ella recoge los sentimientos de cambio de la nación, expresa la dignidad y la soberanía del Ecuador y garantiza la continuación de los cambios que requiere nuestro país.