15-8-2008

Interoceánica ¿4 mil millones de dólares menos para la región sur?

El testimonio es alarmante y bien vale la pena reflexionar y accionar sobre lo que aquí se dice y que implica el despilfarro de dinero público.

Cuando el 28 de julio se escuchó hablar al presidente García que la carretera Interoceánica del Sur costaría US$ 1300 millones de dólares e informados que el mandatario aludía sólo a 3 y no a los 5 tramos fue preciso hacer algunas indagaciones urgentes.

La obra comprende dos zonas:

a) La de mayor inversión tiene dos vertientes, una desde Urcos en Cusco hasta Iñapari en la frontera con Brasil y la otra desde Azángaro en Puno hasta Puente Inambari en Cusco (tramos 2, 3 y 4) en que se construyen 1000 kilómetros de pista asfaltada, sobre una trocha que ha sido trabajada durante 50 años por ingenieros y maquinarias del ministerio de Transportes y Comunicaciones, del INADE y algunos contratistas, y la inversión es de muchos millones de dólares.

b) Otra zona de 1599 kilómetros de carreteras asfaltadas existentes desde San Juan de Marcona en Ica, hasta Urcos en Cusco y desde Ilo en Moquegua, hasta Azángaro en Puno, para algunos trabajos de rehabilitación.

Los costos iníciales de la obra fueron calculados por ingenieros peruanos de mucha experiencia. Por ello concita la atención que existiendo un estudio de pre-factibilidad hecho desde el 2003, que establecía un costo aproximado del total de obra de US$ 525 millones de dólares, ahora el presidente afirme que esta misma obra costaría US$ 1300 millones de dólares (y nótese que sólo se refería a los tramos 2, 3 y 4).

Esto significaría que para esta obra, quienes calcularon su costo, se equivocaron por lo menos en US$ 775 millones de dólares. En el cálculo del costo de 3 de los 5 tramos de la Interoceánica entre el 2003 y el 2008, en el trabajo de los ingenieros habría existido entonces un margen de error de US$ 775 millones de dólares.

Pero esto no es todo lo interesante de este caso. Analizando los contratos que obligan a la ejecución de la obra, encontramos una cláusula común en los 5 tramos: la cláusula 8.21. Esta cláusula compromete al Estado a efectuar pagos obligatorios a los “concesionarios” (más adelante datos de este singular sistema de asociación público-privada).

Es decir, el Estado tiene que presupuestar estos pagos. Declinemos términos financieros como TIR o VAN, pero de una simple operación aritmética que exprese matemáticamente lo que dicen estas cláusulas 8.21 de los 5 contratos, el Estado incluido el IGV y sin considerar detalles financieros de los instrumentos de pago, por los contratos firmados se ha comprometido a pagar en dólares a los “concesionarios”, como mínimo por los cinco tramos los siguientes montos:

Tramo 1 578’257,322
Tramo 2 923’255,550
Tramo 3 1,190’809,200
Tramo 4 593’583,900
Tramo 5 776’402,374

Todos estos montos producto de la novedosa forma de pago diseñada, hacen una obligación total responsabilidad del Estado, es decir del pueblo contribuyente, de US$ 4062 millones 308 mil 246 dólares. Entonces, tampoco es exacto que la Interoceánica del Sur vaya a costar US$ 1300 millones de dólares como ha dicho García Pérez.

Este monto total no considera el adicional de US$ 500 millones de dólares solicitados por el “concesionario” para no paralizar los trabajos, pues existirían errores en cálculos de los ingenieros peruanos, de los cuales “no se percataron” sus pares brasileros al firmar los contratos, porque no se habrían considerado en el expediente contractual, partidas típicas de carreteras y existirían millonarios excedentes metrados, como si esta carretera se construyera en selva virgen y no sobre un trazo existente.

Todos los funcionarios públicos intervinientes, como el interesado “concesionario” parecen estar uniformemente de acuerdo en que el Estado pague estos US$ 500 millones de dólares más: ¿será por que tenemos buenas reservas internacionales? Si se aprueba este adicional, el total a que se obligará el Estado subirá a más de US$ 5,662 millones de dólares.

Peor aún si tenemos en cuenta que el “concesionario” recibirá el 37% de los pagos del Estado, por concepto de Gastos Generales (exclusivamente para pagos administrativos y sueldos; nótese que contra lo usual, en este contrato la construcción del campamento tiene partida en el presupuesto). Es decir, el “concesionario” recibirá del Estado casi US$ 1500 millones de dólares por sus Gastos Generales: ¡sólo por sueldos más de lo que afirma el presidente García cuesta el total de la Interoceánica del Sur!

Si el estudio de pre-factibilidad arrojaba un costo de US$ 525 millones de dólares, estamos hablando de un margen de error de mas de US$ 5 mil millones de dólares. ¿Pueden los técnicos ser tan incapaces y equivocarse de esa manera y por montos elefantiásicos? Se hace imprescindible identificarlos, con nombre y apellido y la opinión pública exige saber si aún están involucrados con esta obra.

Si el costo de la obra (aunque cuestionada públicamente por algunos indicios de costos excedentes y mala calidad de la carpeta) es de US$ 1300 millones de dólares como ha dicho el presidente ¿por qué el Estado tiene que sufragar US$ 4 mil millones de dólares de más al “concesionario” en vez de invertirlos en otros proyectos en la zona sur? ¿No sabe el jefe de Estado lo que está ocurriendo? ¿quién o quiénes, en este gobierno o en el pasado, son los responsables de esta clara irregularidad? ¿y la ministra Zavala a quién está encubriendo, ayer y hoy?

¡Con US$ 4 mil millones de dólares, prácticamente, renacería el sur del Perú como polo potente de desarrollo y adiós al olvido secular de esta zona del país!

Otro detalle

El Puente Guillermo Billinghurst sobre el río Madre de Dios en Puerto Maldonado departamento de Madre de Dios, es el mas largo de la carretera Interoceánica del Sur y uno de los mas extensos del país. Pero contra lo que pudiese pensarse, el Billinghurst es una infraestructura absolutamente ajena en cualquier plan de la “concesión”. Pese a que los componentes metálicos fueron proporcionados al contratista por el ministerio de Transportes la estructura no ha podido montarse porque se encuentra deteriorada desde antes mucho antes de convocarse la licitación.

El contratista culminó su trabajo hasta el 100% de las obras de concreto y accesos y sin montar la estructura metálica, resolvió el contrato, con el costo que esto significa para el Estado.

Se ha vuelto a convocar licitación pública para su montaje, sin resultados. Lo más “curioso” es que el nuevo plazo de ejecución es de 540 días (en los que se pretende absorber la reparación de los elementos metálicos). Es decir, después de firmado el contrato, al paso que van las cosas no se producirá este año, tendrán que transcurrir 540 días adicionales para ver un puente terminado.

En el mensaje presidencial ¡no hay siquiera referencia al Puente Billinghurst!

Hoy los vehículos menores cruzan el Madre de Dios en balsas. Los trailers y camiones más pesados, aún no circulan por la Interoceánica del Sur porque no pueden remontar el río, las pendientes pronunciadas y estrecheces de los embarcaderos artesanales de las balsas no lo permiten. Este es un detalle que debería preocupar con prioridad más que fundamental al ministerio del ramo, MTC.

Existe también un reclamo de los pobladores acerca de la falta de accesos de la Interoceánica a los pueblos, sobre las rajaduras del asfalto ya inaugurado y en torno a la aspereza destructiva de la superficie de rodadura, el paso de la carretera por Puerto Maldonado y sus redes y muchos otros más.

La Comisión Investigadora del Congreso

Acaba de ser destituida la presidenta de la Comisión Investigadora de las probables irregularidades en esta carretera. Parece extraño y bastante ingenuo contratar y pedirle un cupo de S/. 400 soles a una extraña, en una Comisión donde se está ventilando un tema de US$ 5 mil 662 millones de dólares. Lo impresionante es que esta “noticia” apareció hasta en la revista especializada Semana Económica.

Todo el Perú sabe que la congresista se “apropió” de S/. 400 soles de su empleada según dicen gracias al notable cabildeo de prensa impulsado por un antiguo contratista peruano. La práctica del cercenamiento del sobre de pago y su reparto en sinecuras y favoritismos a terceros o cuartos es un cáncer generalizado en el Establo y es un vicio que viene desde hace decenios. Y los únicos que NO quieren tratar el tema con seriedad responsable y determinación enérgica ¡son los mismos legiferantes!

En el Establo pasado, denuncié a un infeliz que responde al nombre de Alcides Glorioso Chamorro Balvín. Las pruebas audio-visuales eran contundentes. ¿Y qué hizo la Comisión respectiva?: ¡lo absolvió! Un legislador me dijo, en medio de carcajadas: “estás chocando con los 120 inquilinos de esta casa”. Luego de algunos años de ocurrida la circunstancia sumamente inmoral, debo confesar que tenía la razón absoluta. El pobre diablo aquél volvió a la nada de la que nunca salió.

¿Permitirá usted que US$ 5,662 millones se gasten de más y en directo perjuicio contra la zona sur porque las irregularidades, trafas y trapisondas así quieren imponer este robo del dinero del pueblo peruano? ¡Una genuina, incontestable y repugnante realidad!

¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder, el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

¡Sólo el talento salvará al Perú!

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