Importante es haber alcanzado que la asamblea Constituyente emita el Mandato 8, que elimina la tercerización y el trabajo por horas; ello permitió el ingreso de miles de personas a las nóminas oficiales de las empresas, como trabajadores directos. Pero mientras esto ocurre en unas companías, en otras, la lucha continua por que se aplique el Mandato y su reglamento. Así lo entienden los trabajadores y luchan para ello, pues los capitalistas, enemigos acérrimos de la clase obrera, no están dispuestos a aceptar este derecho, por ello se oponen e intentan crear un ambiente de oposición al gobierno de Correa y a la tendencia democrática, anti oligárquica y de izquierda.

Cuando se aprobó el Mandato se mencionó que, siendo importante lo alcanzado, tampoco se acababa la explotación a los trabajadores; se dijo que la explotación continuará, pues el sistema capitalista está siendo golpeado pero no vencido; se decía que la burguesía buscará otras formas para sostener sus grandes ganancias y que hará todo lo posible para someter a la clase obrera con nuevos métodos. Y, por supuesto, la burguesía y el capitalismo tiene para ello formas, artificios, experiencia, personas, técnicos (administrativos, comerciales, abogados, etc.), que trabajan para ellos, educados e incondicionales para esos menesteres. Evidentemente que los explotadores no se iban a cruzar de brazos y tomaron medidas, para de manera inmediata encontrar las formas que ajustándose a las nuevas reglas o leyes les permita seguir explotando.

Particularmente en el área petrolera, las empresas buscan también la forma de no aplicar el Mandato. De ahí que luego de sesudos análisis, llegaron a la conclusión de que había que recomendar a las vicepresidencias de la estatal Petroproducción nuevas formas de contratación ajustadas al Mandato y al Código Laboral actual; se les “ocurrió” que es bueno para la empresa establecer contratos y formas de pago por hectáreas, metros cuadrados y cúbicos, disposición final, kilómetros, hora/equipos, unidades, kilogramos, movilización, servicio, unidad, día trabajado, por equipos reparados, vehículos/chóferes, por soporte técnico en el manejo y control de operaciones, por mes, por uso, por ejemplo hora/winches, suelda hora/equipo, pago por arreglo de dormitorios, etc. Es decir, cualquier cosa es útil, pero lo central es no aplicar el Mandato, evadir responsabilidades, que no exista relación directa con la empresa estatal y también para que las prestadoras de servicios técnicos o complementarios burlen estos derechos y mantengan la explotación. Tras de estas, “nuevas propuestas”, claro está, siguen las mismas empresas que se engordaron con la explotación del obrero de la región oriental o de los llegados de otras regiones geográficas del país.

Con estas proposiciones se pretende nuevamente golpear a la estabilidad, como la entendemos ( trabajo permanente); permiten la existencia de la empresa intermediadoras, que engancha, que fija el salario, que contrata al que desea, al que no protesta, al que no reclama, al sumiso. Le mantendrá con contrato laboral con el tiempo que la empresa quiera. Con la existencia de esas empresas se seguirá presionando al obrero, se le obligará a firmar contratos sin la posibilidad ni de leerlos, se les seguirá haciendo firmar hojas en blanco a los sospechosos de ‘protestones’, se continuará violando los derechos laborales como el derecho de organización. Mientras se busca no aplicar el Mandato, se mantiene la entrega a las empresas privadas de varias áreas de la producción y de servicios.

Por estas y otras razones, los obreros petroleros continuamos en la lucha por nuestros derechos, no cedemos ni arriamos nuestras banderas. Seguimos luchando.

Los obreros no podemos olvidar que el mandato y su reglamento no acaban la explotación, ayuda sí a recuperar derechos y a abrir nuevos espacios de lucha. El camino definitivo para acabar con la explotación de la clase obrera es el camino de la revolución social y la construcción del país socialista.