No es una afirmación gratuita. De hecho, los propios directivos de la USAID han reconocido su papel cuando pagan a mercenarios que actúan dentro y fuera de Cuba en función del plan desestabilizador orquestado por la administración Bush —reforzado desde 2004— en interés de anexarse a la Antilla Mayor.

Este año, la entidad recibió 45 millones de dólares –32 millones más que lo habitual— para su trabajo de espionaje y propaganda, que canaliza mediante supuestas organizaciones no gubernamentales relacionadas con los servicios de inteligencia anticubanos, incluido el respaldo a las múltiples modalidades del bloqueo.

Entre las citadas, destaca el llamado Centro para una Cuba Libre (CCL), que administra Frank Calzon, agente de la Central de Inteligencia de EE.UU., por cuyo conducto el dinero fluye para pagar voluntades mercenarias que contribuyan a afianzar el bloqueo, lanzar infundios contra el gobierno cubano y fomentar acciones desestabilizadoras.

La USAID está desprestigiada, incluso dentro de los propios Estados Unidos, especialmente después del escándalo por desfalco en fondos que recibió del presupuesto estadounidense.

Esa situación provocó la renuncia del jefe del organismo para América Latina, Adolfo Franco, y de Felipe Sixto, ayudante principal del CCL, quien confesó haber “extraviado” medio millón de dólares.

El 14 de mayo de este año, la Agencia convocó a una reunión en Washington, donde radica su sede principal, para decir cómo repartiría los 45 millones adicionales que generosamente Bush le había otorgado para sus labores anticubanas.

Como anfitrión actuó el Jefe de la USAID para Latinoamérica, José Cárdenas, connotado ex directivo de la agrupación terrorista que se ampara bajo el nombre de Fundación Nacional Cubano Americana, quien asignó fondos federales extra para las organizaciones que desde terceros países actúan contra Cuba, lo cual provocó revueltas monetarias al excluir a otros.

Por intermedio de la USAID, la Sección de Intereses de EE.UU. en Cuba, recibe el dinero con el que paga a mercenarios dentro de la Isla mediante vulgares operaciones delictivas y violatorias de normas diplomáticas internacionalmente reconocidas, lo cual ha sido ampliamente documentado y expuesto públicamente por las autoridades insulares.

Esta realidad también se incluye en la denuncia que la nación antillana presenta por décimo séptima ocasión en el plenario de las Naciones Unidas mediante la Resolución “Necesidad de poner fin al bloque económico, comercial y financiero impuesto por EE.UU. contra Cuba”, la cual será sacada a votación el venidero 29 de octubre. El texto de este documento ha sido progresivamente respaldado por la mayoría de los países en la ONU, y el año anterior recibió récord de 184 votos a favor.

Agencia Cubana de Noticias