El legislador afirmó a las autoridades tras su detención, haber emprendido un viaje especial a la legendaria Florida en el 2004 para entregarle a Díaz-Balart unos cheques provenientes de contribuciones ilegales.

Agentes del FBI y del Servicio de Rentas Internas de EE.UU. (IRS), allanaron la oficina en el Senado y la residencia de Jorge de Castro y decomisaron armas y documentos.

Según el diario el Nuevo Herald, el miércoles pasado los demócratas de la Florida trataron de establecer una relación entre Díaz-Balart y el video presentado en una página electrónica en Puerto Rico, en la que el senador encausado alegaba que él y otros políticos de la Isla habían llevado dinero al congresista de origen cubano.

El propio detenido había dado a conocer que realizó el vuelo a Miami en una aeronave de la American Airlines junto al comisionado residente de Puerto Rico en Washington, Luis Fortuño, para poner en manos del mafioso congresista la plata proveniente de la familia Fonalledas, dueños de Plaza Las Américas.

Jorge de Castro, siente gran afición por la publicidad, pues dio declaraciones al diario Primera Hora sobre sus trapicheos con Díaz-Balart, y luego ofreció una entrevista radial a la emisora WKAQ, y “anunció” que ofrecería nuevas revelaciones acerca de la plata prohibida, la cual ha servido para sustentar la campaña del congresista cubano-americano.

En conferencia de prensa, el asesor del Partido Demócrata, Freddy Balsera, distribuyó copias del video y de la entrevista radial, aunque se negó a responder preguntas.

El video presentado por Balsera señala que Castro Font y Luis Fortuño llevaron el dinero de marras en vuelo de San Juan a Miami.

"Ahora Fortuño lo niega, dijo de Castro, pero pregúntenle si no fue conmigo a llevarle los chavos (dinero) al representante Lincoln Díaz-Balart a Miami".

Las declaraciones han destapado la Caja de Pandora: en medios de Miami se ha conocido que el capo Lincoln Díaz-Balart y su hermanito Mario, han pugilateado millones de dólares a costa de beneficiar a pequeños grupos de contratistas de defensa en el Condado de Miami Dade.

Ambos, Mario y Lincoln, apoyaron recientemente un proyecto de ley que favorecerá considerablemente a una empresa de prótesis en Maryland, luego de recibir más de 10 mil dólares en contribuciones de campaña por parte de esa firma.

Ante estas acusaciones, el congresista mafioso alegó que formaban parte de la campaña en su contra orquestada por su opositor demócrata en las venideras elecciones, Raúl Martínez.

Entre los “méritos” del mafioso congresista republicano figura su odio visceral contra la Revolución Cubana. Ha sido capaz de promover proyectos de leyes que perjudican los intereses de la comunidad cubana de la Florida o a empresarios y productores de EE.UU. interesados en negociar con sus vecinos de la Isla.

Entre sus costumbres habituales figura el cabildeo congresional contra Cuba y la propalación de información falsa sobre esta en el Congreso de Washington, para sabotear las iniciativas de congresistas encaminadas a levantar el bloqueo económico.

Coauspició la Ley Helms-Burton para arreciar la guerra anticubana de todo tipo, se sumó a la campaña para evitar la expulsión del territorio norteamericano de Orlando Bosch y Luis Posada, connotados terroristas que aún deambulan libremente por Miami, y promovió la entrega de más recursos para los grupos de anexionistas que alienta la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana.

El nuevo escándalo, otro en la larga historia de la corrupción mafiosa en Estados Unidos, en particular en Miami, llueve sobre mojado. Los hermanos Díaz-Balart, en medio del proceso electorero, tratarán de capear el temporal para bien de sus bolsillos y el de sus acólitos terroristas de la Fundación Nacional Cubano Americana.

Agencia Cubana de Noticias