La queja y el lamento son características del porteño. En los últimos meses se vió reflejado en los semblantes un cierto mal humor. Por donde uno transite se topa con carteles con la leyenda "La Ciudad Trabaja".

¿La ciudad trabaja?

Este plan de pavimentación y bacheo ordenado por el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, aparenta ser un poco desordenado. En forma simultanea, en todos los barrios, se rompieron calles y veredas. Si con este proceder el gobierno de la ciudad quiere demostrar que está trabajando, habría que avisarles que se trata de un plan un poco desprolijo.

Hay calles que hace más de tres meses que están inutilizadas, llegan las cuadrillas un día y nunca se sabe cuando se van, rompen y luego desaparecen. No está mal que se quiera arreglar la ciudad, pero se pretende un poco de planificación y rapidez.

El problema reside en las 4000 calles empedradas que tiene la Ciudad de Buenos Aires.

Muchos vecinos no quieren que les saquen los adoquines porque sostienen que son patrimonio de sus barrios y hacen a la identidad barrial.

El abogado Javier Miglino presentó un recurso de amparo ante la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario para que “se detenga la destrucción del adoquinado porteño", precisó que ya se advierte “la eliminación de adoquines en las calles Defensa, en San Telmo; Fitz Roy, en el barrio de Palermo, y en las calles Roosevelt y Manuel Ugarte, en torno de la plaza Alberti, en el barrio de Belgrano”

Miglino consideró que es “una amenaza” el plan de bacheo y pavimentación ordenado por el jefe de Gobierno porteño porque no respetaría la ley 65 denominada de pavimentos originales, que sostiene que “las vías circulatorias o secundarias, adyacentes o circundantes a lugares históricos de la ciudad de Buenos Aires, cuyo solado se encuentra ejecutado con empedrado o adoquinado, deben ser mantenidas con esos mismos materiales”. Por lo tanto, las reparaciones deben realizarse “con adoquines o empedrado para mantener la continuidad del paisaje urbano” en los barrios de San Telmo, Palermo y Belgrano.

Sostuvo que "Hay que detener toda destrucción, retiro y venta de adoquines de las calles porteñas. Llamar a una audiencia pública con los vecinos, para elegir el mejor destino de las calles actualmente empedradas en Buenos Aires. Y ordenar que las calles que actualmente se encuentran empedradas en San Telmo, Palermo y Belgrano sean reparadas con el mismo material natural".

Mientras tanto se rumorea, por las calles de la ciudad, que los adoquines se venden a $ 3 cada uno para empedrar los countries ubicados en el Gran Buenos Aires.

Al reclamo de los vecinos se sumó la Legislatura de la Ciudad que solicitó al Ejecutivo información acerca del destino de los adoquines que fueron removidos en las calles porteñas a raíz de las obras de renovación de la carpeta asfáltica.

Según la resolución acordada, el Ejecutivo deberá informar dentro de los próximos 15 días "el volumen de adoquinado removido desde diciembre de 2007 a la actualidad y el destino que tuvieron".

"Desde el punto de vista patrimonial, estos adoquines representan el pasado y la arquitectura de muchas de las calles de la Ciudad de Buenos Aires", indica el texto de los legisladores.

Nota publicada en Buenos Aires Sos (http://www.buenosairessos.com/)