Ayudó a colocar, uno por uno, los troncos de caña guadúa, el pambil y la paja, que darían vida a su nueva escuelita; allí debía terminar la educación primaria, que se vio interrumpida por la constante migración de su familia. Era el año de 1960, Máximo Abad llegó desde su ciudad natal, Loja, a este agreste lugar que se dio en llamar: “El pozo”, puesto que muy pocas casas peleaban por abrirse paso entre la selva; lo hizo en avión, único medio de transporte que comunicaba a esta colonia amazónica con el resto del país. Momentos como éste, que quedaron tatuados en la conciencia del actual alcalde de nuestro cantón, forman parte del sedimento que configura la identidad lagoagrense. Identidad, sentido de pertenencia que se forjó en medio de la lucha y de un intenso deseo de superación. Este 14 de octubre significa, para quienes vivimos en esta hermosa ciudad, más que una fecha cívica, es la clarinada que recuerda al Ecuador entero, y al mundo, que aquí vive un pueblo digno, pujante, que nunca dejará de caminar al progreso.

- En ciudades como Lago Agrio, que han sido producto de la migración de otros lugares del país, ¿cómo es posible generar un sentido de pertenencia en sus habitantes?
 Creo que es un proceso. Es cierto que existe el factor que usted menciona, pero ahora ya podemos decir que hombres y mujeres mayores de 40 años, son nacidos aquí en su mayor parte. También es cierto que otros siguen llegando, y al haber un componente social muy heterogéneo, la posibilidad de generar identidad es mucho más difícil. Lograr que la gente diga esta es mi ciudad, la cuido, quiero que siempre permanezca limpia, voy a arrimar el hombro en todo lo que haya que hacer, resulta complicado, pero no imposible. Ese proceso va avanzando.

- ¿Qué es lo que caracteriza nuestra identidad?
 El más grande atractivo, el más grande recurso de una ciudad es la gente, porque puede haber una bonita ciudad, con parques artísticamente construidos, con hoteles cinco estrellas, pero si no hay esa amabilidad, ese calor, ese sentido hospitalario de la gente, los visitantes difícilmente pueden sentirse bien.

- ¿Qué papel puede cumplir una institución como el Municipio en ese proceso de afirmar la identidad lagoagrense?
 Estamos cumpliendo un papel importante en este proceso, porque esta identidad debe arrancar una opinión manifiesta, pública de quienes viven aquí, cuando están en otros lados del país. Deben estar orgullosos de decir: yo soy de Lago Agrio, vivo en Lago Agrio, y eso tiene que ver con poder invitar a otra gente a su ciudad, a una ciudad cálida, hermosa y con todos los servicios. Es decir, debe ser una ciudad donde se pueda y se quiera vivir.
Siendo ésta una provincia y una ciudad considerada por el Colegio de Arquitectos del Ecuador, como una de las que tiene el crecimiento demográfico más acelerado, y así es considerada también a nivel Latinoamericano, tiene una población menor de 18 años. Eso nos muestra un gran potencial de nuestra gente, y ello indica que se forja también poco a poco una identidad, un sentido de pertenencia y una entrega total por buscar nuevos días.

- ¿Qué relación puede tener este camino recorrido, la generación de esta identidad lagoagrense, con su militancia política en el MPD?
 Creo que es una muestra clara, compatible, la forma de trabajo en el Municipio, la participación ciudadana en las asambleas populares, la integración de la comunidad en los procesos de desarrollo social, con la política o forma de trabajo del MPD. Nuestro partido está vigente, precisamente, porque no está lejos, ni puede estarlo, de la participación popular, de las exigencias para que se asignen los recursos para educación, para que se atienda la salud, dos pilares del desarrollo. Siempre hemos estado pendientes del medio ambiente, y aquí hemos tenido durísimas luchas contra las petroleras que han realizado una irresponsable actividad en esta zona, hemos estado con los reclamos de los trabajadores, estamos atentos con la situación que se genera con las comunidades indígenas, y hemos estado, en definitiva, en una lucha entregada, por entero, por conseguir cambios sociales en todo el país, y Lago Agrio no puede estar alejado de ese plan de trajo, de los objetivos del MPD, que son los de alcanzar una Patria Nueva, un Ecuador en el que podamos observar que la población tiene derecho a una vida digna.