Desde muy temprano, la plaza Alberdi comenzó a ser invadida por decenas y decenas de pibas y pibes con delantales blancos, banderas multicolores de las diferentes organizaciones sociales y políticas que acompañaron la convocatoria y el Trencito de la Alegría junto a micros que trajeron delegaciones de Rosario, Paraná, Villa Constitución y el Gran Buenos Aires.

Bajo un sol de escándalo, la marcha se inició con los pibes cantando que “la primavera será para cualquiera, y pobre del que quiera robarnos la ilusión”.

Militantes de la Corriente Clasista y Combativa, del Movimiento Territorial de Liberación, de la CTA Santa Fe, CTA Rosario, ATE Santa Fe, ATE Rosario, AMSAFE Capital, de la maravillosa organización “Juanito Laguna” de Santa Fe capital, decenas de centros de estudiantes de escuelas secundarias y facultades más otras organizaciones políticas como el MST y el Proyecto Sur, le dieron un abrazo muy particular a los verdaderos protagonistas de esta historia, las chicas y chicos que lograron llenar de colores la Plaza 25 de Mayo, allí donde todavía están las cruces que recuerdan las vidas que la corrupción disfrazada de inundación se llevó en 2003.

Diego Cardozo, representante de AMSAFE Capital, inició la serie de discursos haciendo hincapié en “la unidad de los trabajadores”.

Después fue el turno de Queca Kofman, la imprescindible y siempre presente Madre de Plaza de Mayo de Santa Fe, acompañada por Norma y la Negrita, otras dos compañeras de rondas por la dignidad del pueblo. “Si nuestros hijos hubieran ganado no habría ningún pibe que se muera de hambre en la Argentina. Por eso queridas niñas y queridos niños les quiero decir que hoy estos treinta mil compañeros están acompañándolos en esta jornada que es de fiesta y fuerza, por más que el motivo sea el hambre”, dijo la increíble mujer de ojos color mar.

La siguieron los chicos de las escuelas y de las organizaciones presentes, que fueron subiendo al escenario para manifestar qué futuro quieren.

Entonces fue el momento de Alberto Morlachetti, coordinador del Movimiento que, en primer lugar, honró a Queca Kofman otorgándole el título honorario de formar parte de la conducción nacional de la organización como una forma de gratitud por tanta dignidad.

“Vamos a hacer una marcha nacional para entregarle nuestro pliego a los trabajadores, porque son los trabajadores los que transforman la historia. Esto cambiará cuando los trabajadores estén en la Rosada. De qué se quejan cuando hablan de inseguridad si antes hicieron todo lo posible por no poner un pan en la mesa, desocupar a los padres y aumentar la deserción escolar”, increpó Morlachetti con su inquebrantable pasión.

“La Argentina es rica en infancia. Ahora que nos va a recibir el gobernador, nuestro compromiso con los chicos de Santa Fe es que haya una asignación universal para todos los pibes del territorio. Habrá otro mundo cuando los trabajadores estén en el gobierno. Por eso, más que nunca, con ternura venceremos”, cerró el referente del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo.

Después vendría el encuentro con el gobernador.

El resultado de tantos años de lucha y marchas.

Fue en la capital del segundo estado argentino, allí donde niñas y niños le dieron una vuelta de tuerca al nombre histórico: desde ayer es la Santa Fe de los Pibes.

Nota publicada por la Agencia Pelota de Trapo (www.pelotadetrapo.org.ar)