Dos jóvenes suben al bus. Ambos lucen sombrero café y camisa con motivos latinoamericanos. Los pasajeros los miran con desconfianza y curiosidad. Más de uno se pregunta: “Y ahora, estos locos, ¿qué irán a vender?”

De repente, la voz gruesa de Sergio, similar a la de un baladista español de los años setenta, desbarata el suspenso: “Si Bolívar/ hubiese nacido en este tiempo/ andaría por los parques/ calzando una boina negra/ con la efigie del Che…”
Atónitos, los pasajeros no saben muy bien de lo que se trata. Sus ojos siguen fijos en ambos personajes. “Y con el pelo largo/ a lo John Lennon/ con sus redondos/ y pequeños lentes lilas/ caminaría/ por los cafés de las ciudades/ charlando/ con otros cronopios/ sobre la Maga de Cortázar/ y la Penélope/ de Joan Manuel Serrat”: desde el otro extremo del bus se escucha la voz impetuosa de Hugo, que continúa recitando ‘Un son prosaico por Simón Bolívar’, del autor imbabureño Juan Ruales.

Poco a poco, la incertidumbre del público, aquel público sobre ruedas de todas las edades y condición social, se torna en sonrisas de beneplácito, y sus rostros traslucen emociones, que solo la poesía, con su alquimia de contenido, ritmo y musicalidad puede lograr.

Hace casi dos años, Sergio Silvia y Hugo Palacios conformaron ‘Los de a pie’, dueto artístico que decidió sacar a la poesía de los claustros intelectuales y de los centros académicos y llevarla al pueblo, para provocar en él sensaciones y reacciones que superen la admiración estética, y alcancen niveles de concientización cultural y política.

“Buscamos nuevos espacios de difusión y nuevas formas de expresión, para llegar a otros sectores de la sociedad y compartirles poesía con contenido social, y toda la creatividad, la imaginación y la sensibilidad que esta actividad artística puede lograr”, manifiesta Sergio.

“Creemos que es indispensable sacar a la poesía de los libros y llegar directamente al pueblo, con mensajes de reivindicación social, que apuntalen valores como la solidaridad, la justicia y la equidad; este es nuestro compromiso como artistas populares”, asevera Hugo.

Con estos ideales, ‘Los de a pie’ se llenaron de convicción artística y política, y empezaron a subirse a los buses de transporte público de las principales ciudades del país… “Las primeras veces yo tenía la idea, el prejuicio, de que la gente de los buses no entendería el mensaje; creía que nuestro público ideal podrían ser los universitarios o personas con un nivel aceptable de instrucción. Pero me equivoqué, la respuesta en los buses es increíble: la gente se emociona, comparte con nosotros la poesía y se entusiasma bastante; sentimos en su mirada y en sus gestos, que llegan a conmoverse y reflexionar con la poesía. Como artista, esa reacción me satisface mucho”, explica Hugo, quien es teatrero y profesor de expresión corporal en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central.

Los versos que recitan son de liberación y esperanza: ‘Los de a pie’ están convencidos de que ‘el arte por el arte’ no existe (no debería existir); ellos tienen un compromiso político e ideológico con su pueblo, por eso, desde su trinchera, el arte, luchan por alcanzar la transformación social.

En este proyecto artístico y de vida, recogen la voz y el ideal de escritores nacionales como Jorge Enrique Adoum, Rafael Larrea, Juan Ruales, Fernando Artieda, entre otros.

“Muchas personas piensan, y nos han hecho pensar, que la poesía está en la estratósfera y que está reservada sólo a ciertos ‘elegidos’ o intelectuales. Pero no. La poesía está en todas nuestras actividades, en todo nuestro entorno; forma parte de nosotros. Por eso, la acogida de nuestro trabajo es tan natural y satisfactoria. La poesía es accesible a cualquier tipo de público; estoy convencido de ello”, explica Sergio, cantautor de música protesta y teatrero de alma popular.

“¡Pero Bolívar/ sí está entre nosotros!/ ¡Está en cada patriota/ que ama a su pueblo!/ ¡En cada poeta solidario!/ En cada soldado que prefirió el castigo/ al horrendo estigma/ de reprimir al niño y al obrero”: la voz de Sergio retumba en la conciencia y en el corazón de los pasajeros.

“¡Está en cada mujer/ que lucha por que sus hijos/ no sean carne de ninguna guerra!/ ¡En cada joven/ que combate contra la apatía!/ ¡En cada dirigente/ que conduce a su pueblo/ al reencuentro/ con la patria!”: Hugo continúa recitando los versos del poeta Juan Ruales; sigue cautivando anhelos revolucionarios.

‘Los de a pie’, juntos, a dos voces, unidos en un solo canto, declaman la estrofa final: “¡Y está en vos y en mí/ en quienes no queremos/ ya no seguir arando/ en el océano./ En los que aun creemos/ que la libertad/ es más que una palabra./ En cada revolucionario/ cuya palabra ha vuelto/ a convocarnos/ a la última batalla!”

Los pasajeros agradecen con generosos aplausos: fueron siete minutos de un recital poético, magia que envolvió en un solo abrazo la estética y el contenido político. Sergio y Hugo inclinan reverentes sus cabezas, aunque su arte sea irreverente…

“Ahora sí van a pasar el sombrero”, piensa más de un pasajero. Pero las sorpresas continúan: ‘Los de a pie’ se retiran satisfechos de haber llevado arte y reflexión ideológica hacia el pueblo -esa es su misión como artistas populares- sin pedir ninguna colaboración monetaria (Sergio y Hugo trabajan en actividades relacionadas con su especialización artística, lo que les permite mantenerse económicamente y vivir con dignidad)…

Dos jóvenes que lucen sombreros cafés y camisas con motivos latinoamericanos se bajan del bus… El resto de pasajeros continúan su viaje, alborotado su pensamiento con inquietudes culturales y sociales…