(Por Edgard Llanos).- Una escena casi fija en donde un ignoto Mickey Mouse pelea –frente al timón de un barco- con el malo de turno, en trazos de pluma negra sobre fondo blanco es el comienzo del millonario negocio de los dibujos animados. El popular Ratón Mickey irrumpió hace 80 años como el primer hito del entretenimiento que hoy existe en canales de TV, pantallas de cines, Dvd, revistas o vídeo juegos.
Pero pensar que los dibujos pensados para chicos, siguen siendo sólo para los más purretes, sería caer en desconocimiento total del tema. Hoy los adultos comen pochoclo y pasan largas horas frente al TV mirando por enésima vez Los Simpsons, Sherk o Bob Esponja.
Historias narradas para enternecer, arrancar una sonrisa, o emocionarse hasta las lágrimas –cual culebrón de la tarde televisiva- son explicadas por parte de la crítica especializada anunciando la aparición de un nuevo público, a quienes se denomina “adultecentes” o “kidults”.
Clásicos filmes como Heidi del realizador Hayao Miyazaki compiten con las sagas de Tom Raider o “Mortal Kombat”. El animé japonés cuenta con importantes grupos de seguidores que extrañamente buscan cercanías en una cultura totalmente distinta.
Buenos Aires no es una excepción a esta tendencia; durante el 27 y 28 de octubre se llevó a cabo “Expotoons 2008” (Festival Internacional de Animación) en el gardeliano barrio del Abasto.
Desde el viernes 21 al domingo 23 de noviembre funcionó “Animate 08” (Expo de comics, Animé y Cine fantástico) en el Centro de Exposiciones –Alcorta y Pueyrredón- de la Ciudad de Buenos Aires. Aquí los fanáticos del sector pudieron conocer a Paty Acevedo, actriz que pone la voz de Lisa Simpsons.
Los historiadores sostienen que el primer largometraje de animación del mundo es la producción de Walt Disney “Blanca Nieves y los siete enanos” realizada en 1937, otro mito –quizás por el empuje publicitario norteamericano- que deja perplejo a quienes saben la realidad.
El mate, el dulce de leche, Gardel, son iconos de nuestra argentinidad; habría que agregar la primer película de dibujos animados. Su realizador fue Quirino Cristiani sobre una sátira del entonces presidente Hipólito Yrigoyen y data de 1917. “El Apóstol”, obra pionera en la animación mundial debería impulsar a los jóvenes realizadores argentinos y alertar a los distintos gobiernos que como siempre en la Argentina arrancamos primeros pero problemas de presupuesto, educacionales o culturales hacen que esta industria no logre el repunte que sus “actores” merecen.
Nota publicada por la Agencia 144 (http://www.agencia144.com.ar/).
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