Como es lógico, a la hora de hacer el recuento, especial momento ocupa la creación del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), el 23 de febrero de 1961.

También resulta importante el surgimiento, como centro de la Educación Superior, el nueve de septiembre de 1973, del Instituto Superior de Cultura Física Manuel Fajardo, que actualmente tiene filiales en todas las provincias del país.

Grandes han sido los escalonados éxitos en este sector desde el primero de enero de 1959, con la máxima de que “El deporte es un derecho del pueblo”, lo cual va desde la recreación, pasa por la educación física y concluye en el alto rendimiento, incluidos los discapacitados.

Si tenemos en cuenta que desde los círculos infantiles, sin olvidar la gimnasia con el niño y la madre, ya los pequeñines comienzan con los ejercicios, no es descabellado plantear que ese pudiera ser el anticipo del primer eslabón de la cadena, al que le siguen, además de la educación física, las Escuelas de Iniciación Deportiva, las de Perfeccionamiento Atlético y las Superiores de Formación de Alto Rendimiento.

Pero aquí no concluye, pues la población de la tercera edad también disfruta de la actividad física en los Círculos de Abuelos, cuyos integrantes se ejercitan en numerosos parques e instalaciones deportivas de todo el país, en busca de una mejor calidad de vida.

En materia de colaboración con otras naciones, cada año unos seis mil especialistas en deportes brindan ayuda en más de 40 países.

También en esta línea resultan importantes la Escuela Internacional de Educación Física y Deporte, que abrió su primer curso en el 2000 y mantiene una matrícula anual de mil 400 jóvenes de unas 70 naciones; el Instituto de Medicina Deportiva (1976) y el Laboratorio Antidoping (2001).

Si de deporte elite se trata, muchos han sido los resultados en estos 50 años de Revolución. Ejemplos fehacientes son los eventos múltiples: Juegos Olímpicos, Panamericanos y Centroamericanos y del Caribe, así como campeonatos del mundo.

En las citas estivales Cuba acumula 194 medallas, (67 de oro, 64 de plata y 64 de bronce). De estas conquistas, después de 1959, se exhiben un total de 182 preseas (62-60-61).

Barcelona 92 clasifica como la de mayor número de metales conquistados, 31 (14 de oro, seis de plata y 11 de bronce).

Antes del 59, solo se celebraron dos Juegos Panamericanos, Buenos Aires 1951 y Ciudad de México 1955. La mayor de las Antillas alcanzó en ambas citas 47 metales (10-19-18), botín incrementado considerablemente en los restantes, desde Chicago 59 (59-22-4) hasta Río de Janeiro, 135 (59-35-41).

Lo más significativo del desempeño de los atletas cubanos a este nivel es su ubicación permanente en el segundo lugar de la tabla de posiciones desde Cali 71 hasta la cita brasileña, sin olvidar el sitio cimero en La Habana 91 con 265 medallas (140-62-63), donde desplazó a Estados Unidos, su eterno rival.

Tras la primera versión de Ciudad de México 1926 (44: 14-15-15), el deporte revolucionario debuta en Juegos Centroamericanos y del Caribe en Kingston 62 con un total de 36 preseas (12-11-13).

Rápido resultó el dominio de la Isla, y ya en Ciudad de Panamá (1970) ocupó el primer lugar con 210 medallas, posición que ostenta hasta nuestros días.

Piedra angular de este impetuoso desarrollo deportivo han sido los Juegos Nacionales Escolares, iniciados en 1965 y de donde han salido la mayoría de los campeones mundiales cubanos.

Agencia Cubana de Noticias