Temprano vio África empinarse la cooperación de los cubanos. Combatientes internacionalistas acudieron para contribuir a la lucha revolucionaria en el Congo y preservar la soberanía de Argelia y Etiopía.

A solicitud del presidente Agustino Netto, líder del Movimiento para la Liberación de Angola (MPLA), desde 1965 se patentizó también allí la presencia de los cubanos.

En 1975, tras la independencia formal de Angola del colonialismo portugués, esa solidaridad activa se intensificó en relevos generacionales de cubanos que enfrentaron a los invasores racistas sudafricanos, hasta el 25 de mayo de 1991, cuando los últimos 500 regresaron a la Patria.

En Angola combatieron más de 300 mil soldados y oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Ministerio del Interior y reservistas voluntarios. Los acompañaron 50 mil colaboradores civiles, entre ellos médicos y personal paramédico. Entregaron sus vidas por la independencia y soberanía de África, dos mil 075 cubanos.

Habían luchado hombro con hombro junto a los revolucionarios angolanos, lo que contribuyó a extinguir la política de Apartheid y propició la independencia de Namibia y de otros pueblos.

Durante la larga lucha de Viet Nam frente a los invasores norteamericanos, la solidaridad multilateral de la Antilla Mayor quedó indeleblemente grabada cuando el Comandante en Jefe Fidel Castro subrayó que por Viet Nam los cubanos estaban dispuestos a dar hasta la propia sangre.

Por otra parte, la cooperación civil se inició en al esfera de la salud en el año 1963, en Argelia, y prosiguió acentuándose año tras año.

El desastre provocado por los huracanes George y Mitch en 1998 en países centroamericanos y caribeños, tuvo la respuesta cubana en un Programa Integral de Salud (PIS) de cooperación, que conllevó al envío de brigadas de médicos y paramédicos a los lugares más afectados y apartados de esos territorios.

La cooperación médica cubana en varias modalidades está presente ahora en 73 países y en 43 se desarrolla el PIS.

En el mundo trabajan 38 mil 544 colaboradores de la salud, de los cuales 17 mil 697 son médicos. Solo por el PIS han sido atendidos 117 millones 798 mil 248 pacientes, de los cuales fueron operados dos millones 831 mil 870.

Cifras conservadoras indican que en 10 años este programa ha logrado salvar la vida de casi dos millones de personas.

La Escuela Latinoamericana de Medicina fue inaugurada en La Habana en 1999 y en cuatro graduaciones ha egresado seis mil 252 médicos de 28 países de Centro y Sudamérica, el Caribe y África y en Estados Unidos.

En la actualidad cursan ciencias médicas casi 23 mil jóvenes procedentes de naciones del Tercer Mundo.

En septiembre de 2005 fue constituido el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias “Henry Reeve”. Desde los terremotos de Pakistán y China, hasta el azote de huracanes y otras calamidades sufridas en Centro y Sudamérica, destaca el quehacer de médicos, enfermeras y otros técnicos cubanos.

En ese contexto se inscribe también la obra sin paralelo de llevar la visión a decenas de millares de personas gracias a la Operación Milagro, esfuerzo conjunto de Cuba y Venezuela en el ámbito de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).
Mediante este programa, personas de bajos recursos son operadas de manera gratuita de enfermedades como cataratas, glaucoma, estrabismo y otras.

Entre 2004 y octubre de 2008, fueron beneficiados un millón 313 mil 213 pacientes de 33 países de América Latina, África y Asia, y para el año 2014 el objetivo es llegar a seis millones de intervenciones quirúrgicas.

Cuba, país libre de analfabetismo desde 1961, diseñó una estrategia educacional para cambiar este situación en América Latina. El método cubano “Yo sí puedo” es una vía para enseñar a leer y a escribir a países pobres.

La UNESCO, junto a otras prestigiosas organizaciones internacionales, reconocieron la eficacia del procedimiento que ha permitido alfabetizar a más de tres millones de personas.

Esa siembra de solidaridad en regiones distantes, también ha sido reciprocada a lo largo de los últimos cinco decenios por pueblos y naciones que han prestado su colaboración y ayuda a la Isla.

Cuba sufrió este año los embates de la naturaleza que causó pérdidas estimadas en más de 10 mil millones de dólares. De todas partes del mundo llegan mensajes solidarios y de 80 países, contribuciones materiales para el pueblo antillano.

Todo lo resumido no es más que la cosecha del amor sembrado, sin fronteras, recíproco y estimulante tras 50 años de Revolución socialista en la Antilla Mayor.

Agencia Cubana de Noticias