Las recientes cumbres de América Latina y el Caribe, UNASUR, MERCOSUR y el Grupo de Río, realizadas todas en Brasil a mediados de este diciembre, no indican otra cosa que el despertar de la región, la prevalencia de nuevas ideas políticas en su seno, y la claridad meridiana de que converger de manera definitivamente creativa y promisoria excluye la asociación con la gran potencia del norte que hasta hoy ha fungido como azote del resto del hemisferio.

Es simbólico que, en la medida en que se proclama y se trabaja por la unión de estos pueblos sin la presencia dominante de los Estados Unidos, se abogue por la presencia absoluta de Cuba en los nuevos proyectos de convergencia y esfuerzo mancomunado.

Como subrayaron casi todos los presentes en estas citas, sin la inclusión de la Isla no se podría hablar nunca de un continente plenamente entrelazado y empeñado en cambios sustanciales para sus pueblos.

En ese contexto, la primera Cumbre sobre Integración y Desarrollo se planteó, como meta clave, la creación en un plazo razonable de una organización de naciones que deje atrás los mecanismos establecidos hasta hoy, donde Washington no solo era el convocante, sino además el dominante absoluto.

Mientras, los actos de justicia histórica marcan hitos en ese camino, como la inclusión plena de La Habana en el Grupo de Río, la mayor y más efectiva entidad de concertación y consulta con la que hoy cuentan los latinoamericanos, y la potente demanda del área para el cese del bloqueo de la Casa Blanca contra un pueblo hermano el cual hace cinco décadas resiste todos los embates del imperio en defensa de su soberanía, integridad y derechos fundamentales.

Desde luego que no faltan ni faltarán obstáculos, discusiones, posiciones encontradas, pero como bien señalara el Presidente Raúl Castro en conferencia de prensa al término de su ulterior visita oficial a Brasil, existen metas superiores, y nada puede ser más útil para avanzar que la multiplicidad de puntos de vista y el intercambio responsable y respetuoso de ideas.

El futuro, por tanto, no puede ser más promisorio.

Agencia Cubana de Noticias