¿Cuál es tu valoración de la TV actual?

 La televisión en sí misma no es ni buena ni mala, depende del uso que se le dé. Creo que se puede hacer una televisión que sirva, que entretenga pero que también eduque. Nosotros desde La Liga tenemos todo eso en cuenta, pero no podemos perder de vista el tema de la contundencia a la hora de mostrar, porque la idea es precisamente que eso lo vea la mayor cantidad de gente posible.

 ¿Cómo ves al periodismo en televisión actualmente?

 Hay, como sabemos, una tendencia a la espectacularización del periodismo.

 ¿Qué es lo que más te molesta del medio?

 Que el periodista se pone en juez. Esos que te quieren hacer creer que saben todo y que siempre tienen la solución a mano, y que critican cualquier tipo de gestión que no les guste a ellos o a sus patrones, pero jamás hablan de lo difícil que es construir esos ámbitos.

 ¿Por qué creés que ocurre eso?

 Durante los noventa esa idea del fin de las ideologías y de que la política es una mierda caló hondo en la sociedad. Hay que volver a reivindicar a la política, que no necesariamente es la política partidaria, y fundamentalmente hay que reivindicar a las organizaciones, porque sólo se puede construir a partir de la organización de las personas.

 ¿Qué importancia le das a la formación del periodista?

 Es muy importante para mí, pero no lo digo desde el punto de vista de la formación tradicional solamente. Me parece fundamental la formación de principios y de valores del periodista, algo que no se consigue estudiando periodismo. Yo no creo en la colegiación, en que sólo el periodista profesional puede o tiene el derecho de informar. El vecino
que hace junto con otros una radio comunitaria también tiene ese derecho porque seguramente utiliza ese espacio para hablar de cosas que pasan en su comunidad y que los grandes medios no reflejan.

 ¿Creés que el periodista “famoso” tiene presente este tipo de cosas a la hora de desarrollar su tarea?

 Cuando estás en una función en la que todos los días ponés la cara, entrás en un círculo vicioso en el cual es cada vez más difícil detenerte a pensar. La reflexión es algo fundamental
en un periodista, porque sino te convertís en un contador de noticias o de historias y cuando se le quiere agregar algún tipo de análisis muchas veces se hace de manera superficial y sesgada.

 ¿De qué forma influye entonces trabajar en un gran medio?

 Bueno, el periodista ahí también entra en una situación en la que en el mejor de los casos tiene su conflicto entre lo que piensa y la línea editorial del medio, cuando directamente
no comparte en un todo esa ideología. A esto hay que agregarle los bajos sueldos que en general se pagan y los continuos ataques al Estatuto del Periodista. Ah, otra cosa, no creo en eso de la independencia periodística y la objetividad ideológica.

 ¿Considerás que la llegada de las nuevas tecnologías atenta de alguna manera contra el proceso de reflexión?

 La llegada de Internet y medios de comunicación que difunden contenidos desde ahí aceleran los procesos de comunicación, pero también los procesos de creación de la noticia, y creo que lo primero que se pierde es la reflexión, porque parece que todo tiene que ser en dos minutos, sino no sirve.

 ¿Cuál es tu opinión acerca de Internet y las posibilidades que brinda?

 A mi me preocupa el carácter superficial que adquieren por ejemplo los blogs de los jóvenes. Todo está orientado hacia la imagen, se sacan fotos todos los días para exponerse al juicio de los demás, ¿pero con qué objetivo? Después están los blogs periodísticos y de noticias que tienen de todo, y en donde tenés que mirar muy bien qué hay.

 Venís de tener tu primera experiencia como docente, ¿qué tal fue?

 Fue muy buena experiencia. Básicamente lo que quise transmitir fue la pasión por esta vocación. Me convocaron desde el Centro de Capacitación de la UTPBA para dar Producción
Periodística para TV, y la primer pregunta que me surgió fue cómo explicar que en realidad el trabajo de un productor consiste en sacar lo mejor de otras personas, porque vos tenés que conseguir la nota, guionar, potenciar al entrevistado y rodearte de un buen camarógrafo, un buen técnico, un buen editor... así que traté de enfocarme en esos temas y después por el curso fueron pasando muy buenos profesionales como Luis Salmerón (guionista de Vidas Robadas) y Daniel Otero (Coordinador de Contenidos de La Liga).

 ¿Qué te pareció el nivel de los alumnos?

 Me pareció muy bueno porque eran todos chicos con muchas inquietudes y muy comprometidos con el laburo de periodista. Venían de diferentes universidades como la de Quilmes, la UBA, TEA, por lo que ya traían un cierto nivel de información.

 Nota publicada en Movimiento Continuo número 4, diciembre de 2008
 Periodista. Editor de la Agencia Nacional de Comunicación (ANC).