“Todas las glorias del
mundo caben en un
grano de maíz”

(José Martí)

Hablar de Cuba a 50 años de su revolución triunfante, es hablar de la vigencia de un hombre, de un pueblo, de un gobierno y de un partido que dieron sentido a un proceso histórico, social, político y cultural nunca antes conocido en nuestra América Morena, en un contexto internacional en que la política imperialista dominaba y se repartía zonas de influencia geopolítica.

Hablar de Cuba 50 años luego del triunfo de su revolución, es rememorar la vida de un hombre extraordinario, visionario, profundamente sensible, que desde su juventud abrazó y afirmó las ideas martianas nacionalistas y antiimperialistas e hizo de su vida, una acción fecunda para derrotar la dictadura sanguinaria de Fulgencio Batista e instaurar el primer territorio libre en América y el primer gobierno popular del continente.

Este hombre extraordinario, coherente en su qué – hacer político es Fidel Castro Ruz, líder incuestionable de esta verdadera epopeya, la Revolución Socialista y la resistencia al más grande imperio que se ha registrado en la historia, el imperialismo estadounidense.

Hablar de Cuba 50 años después de aquel ingreso triunfal de los barbudos desde la Sierra Maestra hasta La Habana aquel 1 de enero de 1959, es hablar de un pueblo que durante los largos años de lucha y resistencia, que les había permitido desde muy temprano, cuajar una conciencia colectiva nacionalista y antiimperialista, jamás renunció a luchar por alcanzar su verdadera independencia. Su lucha ha sido larga y penosa pero jamás perdió la esperanza, jamás se doblegaron y hoy, a 50 años del triunfo de la Revolución Cubana, siguen allí de pie, heroicos, dignos, siendo el referente para todas la luchas que emprenden los pueblos en el mundo que anhelan libertad y justicia.

Hablar de Cuba 50 años después, es hablar de una acción planificada de un Gobierno que supo privilegiar la satisfacción de los más elementales derechos humanos de su población. Reforma Agraria, nacionalización de los grandes capitales extranjeros y cubanos, reforma educativa, reforma urbana, reestructuración de la Fuerzas Armadas, la salud y la cultura son los logros que ha construido la Revolución en beneficio de sus ciudadanos.

Recordemos que cuando se inició la Revolución, había un 30% de analfabetos y un 60% de analfabetos funcionales, mientras sólo un 10% tenía cierta cultura general; hoy el 99,8% de su población está alfabetizada; y 67 universidades forman por año, gratuitamente, a 800 mil estudiantes. Hay un médico por cada grupo de 160 habitantes, y todo el servicio de salud —de la mejor calidad científica— es gratuito; y esto lo ha logrado Cuba pese al más largo, cruel e inhumano bloqueo que desde hace 47 años han mantenido 10 administraciones norteamericanas en contra de Cuba.

Hablar de Cuba 50 años después, es reconocer el papel de vanguardia, de consecuencia de un Partido Revolucionario que supo dirigir a su pueblo hacia la consecución de una sociedad diferente, justa, más igualitaria.

En síntesis, Cuba, Fidel, su pueblo, su gobierno, su partido son como aquella bordadora silenciosa que desde que irrumpió al mundo irradiando solidaridad y esperanza, serán por siempre un canto de libertad, de justicia, de igualdad y de esperanza de que un mundo mejor es posible a pesar del bloqueo, a pesar del período especial, a pesar de los temibles huracanes, a pesar de los más de 600 atentados planificados por la Central de Inteligencia Norteamericana en contra de Fidel, a pesar de los agoreros que convencidos viven y morirán creyendo que sin Fidel la Revolución se acaba; Cuba, Fidel, su pueblo, su revolución, su partido son una misma cosa, todos se funden ahora como hace 50 años en un mismo sueño, en una misma utopía que trascenderá mas allá de la muerte.

Cuba y sus 50 años de Revolución seguirán tejiendo solidaridad y esperanza; y para ello Cuba tiene el cariño y el respeto de los más de 180 países en el mundo con los que mantiene relaciones diplomáticas y esto se ratifica en la última votación impulsada en el seno de la Organización de las Naciones Unidas en que 185 países votaron en contra del bloqueo impuesto por Estados Unidos contra Cuba contra dos votos en contra y tres abstenciones.

Cuba, su pueblo, aún dentro de su realidad de país pequeño, subdesarrollado, rodeado y agredido por una potencia como Estados Unidos, no ha doblegado su espíritu; desde aquí, desde este espacio, saludamos este 50 Aniversario con el compromiso de perseverar en la defensa de los valores de esta Revolución victoriosa.